1. Desde mi terraza


    Fecha: 16/11/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: EriccsonV, Fuente: CuentoRelatos

    ... estar al aire libre la calentaba?, pasaron mil cosas por mi mente en aquel momento. No podía dejar de mirar el espectáculo que me estaba dando, y que tal vez fuera con esa intensión me tenía loco.
    
    No pude aguantar más y me comencé a sobar sobre el short, tenía el pene duro a reventar.
    
    Para peor (o mejor jeje) ella siguió esparciendo su bloqueador solar sobre sus piernas. Mientras las recorría con sus manos en cremadas estuve deseándola tanto, luego abrió sus muslos como invitándome a pasar. Ya no aguantaba más el morbo, empecé a masturbarme la verga con mi mano bajo el short, estaba tan lubricada como si hubiera estado cogiendo, bajé mi vista y me noté las venas más marcadas que nunca, acompañada de mis bolas hinchadas, ufff estaba caliente, tal vez como no lo estaba hace mucho.
    
    De repente ella se puso de pie y entró a su casa. Eso me dio un tiempo para respirar y bajar revoluciones, al minuto entré a mi casa por mi teléfono y me propuse intentar sacarle una fotografía de recuerdo. En eso la vi salir, tan deliciosa como siempre, esta vez con un vaso de jugo en la mano, automáticamente dejé el teléfono en mi silla de terraza, si me llegaba a ver y peor aun intentando fotografiarla podría estar en una situación bastante fea.
    
    Ella vuelve a sentarse y lo siguiente que pasó me dejó con los ojos afuera de la impresión. ¡Se quitó su parte de abajo ...
    ... del bikini! ¡Quedando totalmente desnuda!
    
    Estaba realmente caliente, en ese instante caí en razón y me di cuenta que era una mujer mayor que yo, lo cual me excitó más aún. Es una de mis fantasías más recurrentes estar con alguien mayor, tal vez ella andaba por los 35 años, estaba radiante y yo caliente como toro por todo lo que ella me había provocado.
    
    No aguanté más, mis ganas y morbo había superado la vergüenza de ser descubierto, me quité el short y me comencé a masturbar, tenía la verga como roca de dura, recorría centímetro a centímetro su cuerpo con mis ojos, en un momento no se si intencional o no, ella abrió sus piernas completamente, no resistí más y acabé con fuerza sobre mis manos, los chorros de semen fueron tan fuerte que los primeros dieron en el piso de mi terraza.
    
    Luego de eso entré a mi casa. Me duché por tercera vez, volví a mirar hacía la terraza de en frente pero ya no había nadie. Me fui al gimnasio, pensando todo el día en mi vecina de la terraza de enfrente, en lo buena que estaba.
    
    Al llegar nuevamente miré hacía en frente, pero no la volví a ver. Pasando las horas fui quedando con una gran duda, ¿y si ella sabía que yo la estaba mirando?
    
    Me he asomado varios días seguidos para ver si la vuelvo a ver, tal vez deba esperar al fin de semana y ojalá haga mucho calor.
    
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    “
    
    Desde la terraza
    
    ”
    
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