1. Un secreto entre los dos


    Fecha: 04/12/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... aunque nos habíamos dado nuestros teléfonos antes de despedirnos, instantes después del polvo. Oí hablar de ella a algunos compañeros de profesión, camareros como yo que también, como yo, se la habían follado. Me dio lástima Mariluz: una mujer como ella no se merecía estar de mano en mano como la falsa moneda. Un día, en mi trabajo, escuché que hablaban cuatro clientes enchaquetados y, por esa costumbre que tenemos los de mi oficio, pegué el oído. Lo que escuché me dejó helado:
    
    "Pues sí, amigos, la pequeña", Mariluz era baja de estatura, "la pequeña Mariluz se ha ofrecido a ser nuestro divertimento de este fin de semana, no me podréis negar que no he sido convincente, Mariluz se dejará follar por todos nosotros a la vez o uno por uno, o ambas cosas, durante el tiempo que dure la convención a la que asistiremos, ni que decir tiene que tendremos que disimular, la meteremos en el hotel sin que nadie se entere...".
    
    Mariluz con esos tipos, ¡ni hablar!
    
    Intervine:
    
    "Oigan, ¿hablan de Mariluz, la pequeña Mariluz, mi esposa?"; "Una que está muy buena, funcionaria y muy puta, con un culo de sobresaliente y...", dijo uno; "Efectivamente, mi esposa"; "Tiene usted suerte, ¡cómo folla esa chica, es insaciable!"; "Tiene una hermana gemela"; "¡Cómo!", dijeron todos; "Sí, y se hace pasar por ella, incluso dice llamarse Mariluz, cuando su ...
    ... nombre es Cipriana"; "¡Cipriana!, bueno Cipriana o Mariluz, da igual, lo principal es follar"; "Cipriana murió esta mañana de sobredosis de fentanilo". Fue decir esto y los cuatros enchaquetados ponerse nerviosos como gorriones. "En fin, caballero, nos ha jodido usted el fin de semana", dijo uno; "¿Cuándo te dijo Mariluz, o Cipriana que se venía con nosotros", dijo otro mientras todos ya se dirigían hacia la salida del bar; "Anoche, cuando la follaba", contestó el primero; "Pobre", dijo otro; "Puta", dijo otro distinto; "Fentanilo, ¿qué mierda es esa?", dijo aquel otro. Teo llamó a Mariluz.
    
    "¿Mariluz?"; "Sí, ¿quién es?"; "Teo"; "Hola, Teo"; "Mariluz, ¿te quieres casar conmigo?"; "Si salgo viva de este fin de semana es posible, me voy con cuatro hombres"; "Ya no"; "¿Ah, no, quién lo dice?"; "Yo, tu futuro marido"; "Oh, Teo, Teo, lo supe en cuanto te vi"; "Qué"; "Qué eras el hombre de mi vida y que nada, nada nos separaría".
    
    Nos casamos un día luminoso de diciembre.
    
    "Ah, Teo, ah, Teo". Devoro las tetas de Mariluz a la misma vez que mi polla entra y sale de su coño. "Ah, Teo, ah, Teo". Chupo su cuello y sus hombros. "Ah, Teo". Muerdo sus labios y pongo la punta de mi lengua en su paladar. "Ah, ah, Teo, ah, ah". Elevo mi torso y doy más impulso. "Ah, Teo, aahh, aahh". Derramo el semen en Mariluz, y ella me besa, me besa, me besa... 
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