Conexión telefónica en mente y cuerpo
Fecha: 09/12/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos
... claridad.
Y una respuesta final no quiso perder la oportunidad de salir de la sensual boca de su dueña antes de quedarse sola de pie en aquella fría acera.
– Tú siempre has creído saber más de lo que en realidad pasaba.
Y de nuevo el silencio nocturno... Hasta que salí de mi escondite y me aproximé a Mónica para tratar de consolarla. Sin embargo, mis labios se movieron un momento sin emitir sonido alguno antes de que ella se me adelantara para iniciar la conversación.
– Ya hace tiempo que lo sabía. No te preocupes, que estoy bien. – Dijo con los ojos vidriosos y mirando las estrellas.
– Pero…
– Lo único que me jode es que ellos no se estaban preocupando de ser tan discretos como nosotros. – Continuó en una especie de monologo.
– Hemos perdido mucho el tiempo escondiéndonos cuando era algo inevitable, y ahora es tarde.
– ¿Tarde? – Pregunté apenado por lo que le estuviera pasando por la cabeza de mi amiga.
– Mi padre ha encontrado trabajo en otra ciudad y quiero seguir estudiando. – Me miró por fin. – Aun no puedo mantenerme sola, así que me mudare con mi familia.
– ¿Muy lejos? – Inquirí con mis preguntas cortas, limitadas por mi nerviosismo del momento.
– No lo sé aun, pero lo mejor para mí, en este momento, es que fuera lo más lejos posible de aquí.
En ese instante me sentí un poco ...
... menospreciado y no acababa de entender aquellas palabras, pero no acerté a pedir las oportunas explicaciones.
– Tranquilo. – Dijo finalmente. Y después de besarme y dedicarme una sonrisa que parecía forzada por enfrentar su estado de ánimo real, añadió: – Nosotros siempre estaremos conectados a través de la línea telefónica.
Y se metió de nuevo en el local de la fiesta dejándome en la calle con mis pensamientos.
Un poco jodido. Un poco más furioso. Mucho más preocupado.
Esa noche en el grupo ya no cruzamos miradas y cada uno se fue más o menos por su lado, aunque por supuesto en los bandos que se organizaron tras “el incidente”, Mónica y yo habíamos quedado en la oposición, por lo que tuve que salir del banquillo y acompañarla a casa por si se sentía mal.
Me gustó caminar a su lado a pesar de que casi no hablamos nada durante el trayecto y al llegar a su portal, me despidió con dos besos en las mejillas.
Con el tiempo se olvidó aquella noche y recuperamos nuestras conversaciones a distancia, pero esa distancia era ahora tan grande y tan real, que resultaba pesada como una losa. Además, el proceso ya había comenzado y quedo roto. Nos empezó a faltar lo físico, lo real, aquello que habíamos empezado a descubrir y necesitábamos.
Fue por aquello por lo que terminamos por perder el contacto definitivamente.