1. Mis cuentos inmorales. (Entrega 26)


    Fecha: 14/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Febarsal, Fuente: CuentoRelatos

    Diálogos de matrimonios
    
    -Cariño.
    
    -Dime, mi amor.
    
    -Hace tiempo que no dejo de pensar en una cosa, y que cada vez más se arraiga en mi mente, o te lo consulto o exploto.
    
    -Mejor me lo consultes, mi amor. Que haría yo si explotaras.
    
    -Verás... Es que el tema es muy delicado, ya que jamás en ti he visto ni por insinuación la misma incertidumbre que a mí me asalta sin cesar.
    
    -Ya sabes que soy muy comprensivo, y que te quiero más si cabe desde que nos casamos, pero como tú eres de unos profundos sentimientos cristianos, no sé si te dolerá.
    
    -Precisamente esos sentimientos son los que me dan fortaleza para soportar todo dolor del corazón o del alma. Habla con la sinceridad de la que hacemos gala desde que nos casamos.
    
    -Es qué... ¡Uff! Que difícil es explicar algo que puede herir los sentimientos de la persona que más amas, porque te juro que eres lo que más quiero en el mundo.
    
    -Tómate el tiempo necesario, pero no te quedes con ese obstáculo en tu mente, sería nefasto para nuestra convivencia.
    
    -Lo que me preocupa, es que si desembarazo este obstáculo de mi mente, no sé si será peor para nuestra relación de pareja.
    
    -Lo más nefasto para las relaciones de pareja son el engaño, la mentira, los disimulos y los subterfugios. No dudes mi amor, que hasta lo más mefítico, si se expone con claridad y mirando a los ojos, siempre será más valorado que las alabanzas fingidas.
    
    -¡Bueno! Como te digo, desde hace algún tiempo, me sobrevienen fantasías eróticas fuera ...
    ... ajenas a nuestro matrimonio.
    
    -Eso es normal, cariño. Las fantasías son patrimonio de las mentes abiertas.
    
    -Ya, ¿Pero y si esas fantasías "en la tercera fase", pasan a querer hacerlas realidad?
    
    -Depende. ¿Qué tipo de fantasías son esas?
    
    -Hacer el amor con otra persona.
    
    -¿Es qué yo no lleno todas tus expectativas sexuales?
    
    -Sí, mi amor... ¡Claro que llenas mi cuerpo y mi alma! Pero las fantasías siempre concurren fuera de tu entorno real. ¿Comprendes mi cielo? Contigo no son fantasías, son hechos consumados que los tengo al alcance de mis manos.
    
    -Ya. Sabía desde el principio que lo que tu llamas fantasías, es simplemente morbo, pero he preferido que te manifestaras abiertamente.
    
    -¿Te has enfadado?
    
    -No, no. El morbo es muy común en las personas.
    
    -¿Tú también tienes morbo?
    
    -Mi morbo no es consustancial a mis sentimientos, por lo tanto, analizo los pros y los contras de las acciones ulteriores a los hechos morbosos, y calibro sus consecuencias.
    
    -Me asustas. ¿Crees que mi morbo puede deteriorar nuestro amor?
    
    -No exactamente cuando se tienen los pies en el suelo. Si no me quisieras, ya me habrías sido infiel hace tiempo. La máxima infidelidad como dije antes, es la mentira, y tú me estás siendo fiel ante una deseada infidelidad. Por lo tanto, tu fidelidad está manifiesta.
    
    -¡Ay! amor. Que peso me quitas de encima; creí por un momento que había herido tu sensibilidad.
    
    -¡No cariño! Al contrario, me alegra que te hayas sincerado conmigo, por ...
«12»