1. Un viaje en tren para el recuerdo


    Fecha: 14/12/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos

    ... por favor?” enviado hace meses, seguido de un “Claro, ya le aviso” respondido por ella.
    
    Con Marina no hablábamos demasiado, pero me encantaba desde que había entrado a trabajar en la empresa, hacía ya unos tres años. Desconocía su edad exacta, pero calculaba que tendría unos 35 años. Lucía unas caderas grandes debajo de una cintura pequeña, usaba unos vestidos apretados por encima de la rodilla y unos zapatos altos con los que caminaba como una modelo profesional. Por lo general no usaba escotes o eran muy sutiles, pero bajo su ropa entallada se notaban unos pechos redondos y firmes. Tenía pelo negro levemente ondulado que le llegaba por la mitad de la espalda. Me encantaba que lo llevara siempre suelto. Y su perfume… uff, su perfume. Me fascinaba pasar por su lado y oler esa fragancia. Me gustaba también su cara casi al natural, con poco maquillaje y su sonrisa perfecta.
    
    Seguía pensando en ella cuando el llamado de mi viaje me distrajo. Me levanté de la silla con mi bolso, tiré a la basura el vaso descartable de mi café, y me encaminé a la terminal correspondiente.
    
    Delante de mí vi pasar a una chica de unos 27 o 28 años que se dirigía hacia el área de los baños. Llevaba ambos brazos cargados con bolsos, bolsas y abrigos. Caminaba rápido, aunque no podía correr con todo aquel peso. Mientras la observaba noté cómo se le caía al piso la campera que llevaba atada a su mochila. Esperé un segundo para ver si se percataba de aquello, pero ella seguía su rumbo. Me desvié ...
    ... de la fila en la que esperaba para abordar, y tomé la prenda en mis manos. Corrí detrás de ella unos metros, hasta que la alcancé.
    
    - Disculpa, se te ha caído… - dije tocándole el hombro.
    
    La chica se dio vuelta sorprendida, y miró su abrigo en mi mano.
    
    - Uy, muchas gracias. - respondió con una sonrisa sincera.
    
    Mantuvo su mirada en mí durante un par de segundos, lo cual me pareció extraño, y luego continuó su camino hacia el baño. Yo volví a mi lugar y subí al tren. Me acomodé en un asiento del lado de la ventana y saqué de mi bolso un libro. Unos minutos más tarde ya estaba muy metido en la lectura, pero noté que alguien se acomodaba a mi lado. Levanté la vista y allí la vi… era la joven del abrigo y el baño.
    
    - Hola de nuevo… - le dije sorprendido.
    
    - Hola. No te molesta que me siente aquí, verdad?
    
    - No, para nada.
    
    Ella acomodó sus cosas y se sentó. Volvió a mirarme y cuando le devolví la mirada se presentó.
    
    - Soy Julia, gracias otra vez por lo de antes. Andaba a las corridas.
    
    - No es nada. Soy Marcos. - dije amigablemente mientras pensaba en lo linda que me sonaba (aún) la tonada madrileña.
    
    - Argentino?
    
    - Argentino… sí. - me agotaba un poco que cada desconocido que me cruzaba me preguntara lo mismo.
    
    - Me gusta como hablas. Aunque se te han pegado algunos modos nuestros, eh.
    
    - 15 años viviendo aquí son bastantes.
    
    - Claro. Bueno, te dejo continuar con tu lectura. - dijo mientras se ponía sus auriculares.
    
    Yo volví a mi libro pero ...
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