1. Estrené con su jefe la lencería que me regaló mi esposo


    Fecha: 17/12/2023, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... visto en algunas reuniones y siempre me has parecido muy atractiva”. Me quedé un segundo sin responder, pero luego le dije que él me parecía atractivo y que tenía una esposa muy linda.
    
    - Linda sí, pero sosa y aburrida.
    
    - No seas malo con ella, una mala noche la tenemos todos.
    
    - Así como la viste hoy es siempre, en todo.
    
    - ¿en todo?
    
    - Si, en todo. Y en la cama es peor.
    
    - Que desperdicio, con un hombre como tú.
    
    Tras decir eso, sentí que me había mandado. Él se dio cuenta. Cogió mi muslo y me dijo al oído “tenemos menos de 15 minutos”. Me dejé besar. Respondí. Sus besos apasionados más el vino me hicieron calentarme muy rápido. Le pedí que se baje el pantalón. Me obedeció. Tenía ya erecto un pene (como todos) más grande que el de mi esposo, pero tampoco un mástil.
    
    Me excitaba el momento. Todo era perfecto. Desde la oportuna salida de mi esposo y la esposa de su jefe hasta el vino que había tomado.
    
    Me saqué los zapatos y la tanga y sin pensarlo mucho, con el vestido tirado hacia mi vientre me monté sobre él. La estrené esa noche y nadie le ...
    ... prestó atención. Con mis manos acomodé su pene en mi coño húmedo y me dejé caer. Fueron unos minutos deliciosos, en los que él prácticamente no se movía y yo era quien definía el ritmo, con movimientos de mi cadera disfrutaba cada centímetro de su pene dentro de mí.
    
    Cuando estuve a punto de llegar le dije “quiero ser tu perra”. Me levanté y me acomodé como perrita en el otro sofá. Se puso detrás de mí y comenzó a darme con todas sus fuerzas, hasta con violencia diría. Se soltó y en ese momento era él quien se movía y yo quien aguantaba. Comenzó a acelerarse y decirme “que puta que eres Marta, que puta que eres, una reverenda puta eres”. Cuando yo estaba a punto de terminar, él se vino dentro de mí, eso completo mi proceso y me vine casi instantáneamente.
    
    La cordura se impuso y nos separamos casi al instante. Se subió el pantalón. Fui al baño a limpiarme. Un par de minutos después llegó mi esposo. Yo aún estaba en el baño. Al salir lo besé y le dije “amor, porque demoraste tanto”. Nos sentamos, bebimos los tres la última botella de vino. Fue una velada perfecta. 
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