Diario de Eva (Episodio I): Fuera de su liga
Fecha: 20/12/2023,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos
... de forma alternada, mientras él gruñía con cada movimiento. Poco a poco, milímetro a milímetro, el falo del sujeto entraba más y más en mi cavidad bucal. No era fácil asumir semejante tamaño dentro de una boca poco acostumbrada a cosas así. Pero no solo era yo la que avanzaba hacia la raíz de su tronco, sino que Antonio también asumió un rol que le animaba a follarme la boca, lentamente, sin apenas ansias, pero muy decidido a hacerme fondo. Los tranquilos bamboleos le permitieron mantener su propio ritmo, pero entonces hice uso del abrazo manual en su rabo para marcar un tope en la penetración oral, ya que empecé a sentir ciertas arcadas como resultado de una inflamación exagerada que intuí previa al orgasmo. El sonido de mi gorgoteo se mezclaba ya con los gimoteos de Antonio a punto de explotar dentro de mí. Pero entonces empujó mi frente hacia atrás, se apoderó de su propio miembro y procedió a masturbarse apuntándome a la cara, tal como le había rogado minutos antes.
-Te voy a llenar de leche…
Durante esos pocos segundos de espera, mientras estaba expectante por cómo sería recibir de un hombre cualquiera todo el resultado de su efusión, peregrinaban por mi cabeza un montón de ideas, tales como “¿qué cara pondría Martín si me viera ahora mismo?”, “¿Por qué no me he buscado a un tío más potable para algo así?”, “¿Qué tipo de relación me espera ahora con el portero de mi finca?” y, finalmente, “menos mal que este tipo es solo un pajillero y no me pegará ninguna ETS con ...
... sus fluidos”.
Y mientras mi cerebro archivaba todos esos pensamientos en una papelera virtual para poder centrarme en el mundo real, Antonio había empezado ya a soltar su lefa contra mí. Noté enseguida la calentura de su pócima sobre mi frente, en las mejillas, sobre los labios y encima de mi lengua. Sí, había abierto la boca inconscientemente, tal vez imitando sin quererlo a esas guarras de los vídeos de Antonio. Y a la vez que su semen se enfriaba ya sobre mis superficies, yo me tragaba lo que había conseguido atrapar con la lengua, intentando averiguar qué sabor tenían las fantasías de un macho.
-Madre mía, Antonio… me has cubierto de leche.
-Te lo dije. Perdonadme, por favor.
-Sabes muy bien que vine para esto, ¿verdad?
-Sí. Es que nunca me había corrido en la cara de nadie… Ha sido una pasada.
-Yo tampoco había recibido en la cara la leche de nadie.
-Pero Martín…
-El sexo oral no es lo suyo.
-Lo siento, Eva. Eso es dramático.
Ya eran casi las dos de la mañana, llevaba casi una hora fuera de casa. Dejé a mi novio durmiendo como un tronco mientras yo me acercaba aquí para un tratamiento facial que resultó ser más emocionante, morboso y excitante de lo que ya había intuido. No sé cómo iba a mirar a partir de ahora a Antonio en mis paseos diarios por delante de su atril de conserje, pero ya me preocuparía de eso con el tiempo. Limpié con varias servilletas los restos ya licuados de la espesura albina de Antonio y abandoné su estancia sin añadir ...