1. No porque somos amigos. Pt 2. (H28) (M24)


    Fecha: 23/12/2023, Categorías: Hetero Autor: thormento, Fuente: RelatosEróticos

    Después de esa conversación, yo insistía mucho en que al menos nos diéramos unos besos para ver si podíamos llegar a más, pero volvía a decir que no porque somos amigos y así fue un buen rato.
    
    Pasó tiempo y dejamos ambos de trabajar en ese lugar. Seguíamos en contacto pero ya no hablábamos tan seguido ni tan cachondo.
    
    Una noche me llegó un mensaje de ella diciéndome que necesitaba un poco de ayuda. Me dijo que estaba muy estresada y quería desfogarse un poco. Cuando le pregunté que tenía en mente, me contestó que tenía un vibrador en la mano y quería que le hablara sucio como antes para terminar de ponerse caliente.
    
    Aproveché y le dije cómo habría intentado seducirla si nos hubiéramos dado una escapada a un motel. Le decía que iba a comenzar con un masaje por su espalda y su cuello desnudos, con detalles hasta como habría abierto sus piernas para verificar que tan mojada estaba.
    
    De pronto comenzó a mandarme audios en los que se escuchaba el zumbido de su juguete y su voz alterada y excitada preguntándome qué le haría si estuviera tan mojada como en ese momento. El sexting se convirtió en un intercambio de audios y nudes, detalles de cómo se ...
    ... metía su vibrador imaginándose que la estaba empalando yo y pidiéndome santo y seña de cómo me la jalaba pensando en ella en ese momento, si de verdad ella me la ponía tan dura y que tantas ganas tenia de cogermela.
    
    Después de terminar, estábamos tan calientes que acordamos que íbamos a vernos para coger ahora sí.
    
    Días después pasé en un Uber por ella para llevarla a un motel. Cuando salió de su casa, bajé a abrirle la puerta. Nos saludamos como siempre, ella tomándome de la cara para darme un beso cerca de los labios. Me prendió tanto que le busqué la boca y ella correspondió lamiéndome y besándome en la comisura. Le apreté las nalgas para seguir la corriente y nos subimos al coche. Durante el camino íbamos tocándonos descaradamente y dándonos besos mientras el conductor nos veía disimuladamente por el retrovisor.
    
    Cuando llegamos al motel, al entrar a la habitación me mostró que traía un conjunto que recién se había comprado, quitándose la ropa, justo para esa ocasión. Era una tanguita negra con un resorte blanco y un bra del mismo modelo. Se recostó en la cama y me pidió el masaje que le había detallado cuando comenzamos a cachondear.
    
    Continúa... 
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