Mi cuñado y mi hermana
Fecha: 14/10/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Os contaré como ocurrió todo esto.
Hace un par de meses me separé de mi pareja, y aunque no estaba realmente enamorada, las rupturas no son agradables y andaba un poco depre.
Mi hermana, que tiene un pequeño apartamento junto a una preciosa cala, me dijo que fuese a pasar el fin de semana con ellos dos y que así dejara un poco libre la mente.
La verdad es que el lugar es idílico; un pequeño apartamento en un pequeño conjunto residencial al lado de una pequeña cala de dificil acceso y unas vistas desde la terraza inmejorables ya que se ve una puesta de sol increible.
Bueno pues como os decía me había invitado a pasar el fin de semana con ellos y yo accedí.
Iba dispuesta a pasarlo bien, sería un fin de semana de playa, copas y diversión, y así comenzó. Llegamos el viernes por la noche, nos alojamos en nuestras habitaciones y nos dispusimos a salir de cena y mas tarde tomar unas copas.
Con mi hermana tenía mucha confianza y con mi cuñado, la verdad, es que también, hablabamos de todo, no teniamos temas tabú.
Pasamos una noche muy buena comimos y sobre todo bebimos un monton, nos fuimos a las tres o las cuatro de la madrugada par el apartamento un poco chispados.
Al llegar nos pusimos comodos y nos dispusimos a tomar la última copa antes de irnos a la cama.
Mi hermana se quedó en bragas pues hacía bastante calor y mi cuñado llevaba un pantalon de deporte sin nada debajo por lo que se apreciaba, yo salí con un vestido corto de tirantes muy comodo que ...
... usaba solo para estar en casa.
- Si llegas a salir esta noche con ese vestido no te habrías quitado los moscones de encima.comentó mi cuñado.
- Ya me los hubieras quitado tu, contesté.
Esto eran charlas muy típicas entre mi cuñado y yo siempre estábamos de cachondeo.
No se si fueron las copas o la situación, pero de pronto noté como algo iba aumentando su tamaño debajo del pantalón de mi cuñado, cosa que empezo a calentarme.
Nos fuimos todos a la cama, y yo empecé a fantasear con aquella polla de mi cuñado, pues aunque no era un hombre que estuviera buenisimo si que tenía un cierto atractivo, un no se que.
Así que me dormí con esta calentura.
Al cabo de un rato me desperté escuchando los gemidos de mi hermana al otro lado de la pared.
Mi hermana y mi cuñado se estaban dando un homenaje.
No pude resistir la tentación y me levanté a ver si veía algo.
Efectivamente no habían cerrado la puerta y allí estaba mi hermana sobre la cama toda abierta de piernas mientras mi cuñado le comía el coño haciendola gemir como una perra.
Esto me puso a cien, pues una comida de coño era un de las cosas que más me gustaban y hacía un tiempo que no follaba ni nada por el estilo.
Mi cuñado le comía el coño con gran maestría mientras mi hermana le pedía más y yo desde la puerta no pude hacer otra cosa que pasarme la mano por el interior de mi tanga y empezar a masturbarme.
Así estuve un rato masturbandome mientras escuchaba sus gemidos con los ojos cerrados y ...