El maravilloso trasero de Avelina
Fecha: 24/12/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuando salimos del local de hamburguesas, el clima estaba muy agradable, quizá unos 22°C, le dije que camináramos un poco, el centro de San Luis es muy bonito, y sabía que para ella era novedad, durante todo el paseo por el centro, anduvimos tomados de la mano como toda pareja, nos abrazábamos y besábamos de vez en cuando, nos metimos a varias tiendas de ropa, y le compre 2 blusas que se había probado y le habían encantado, ya se nos había ido más de una hora paseando por el centro, cuando ella me preguntó:
- Amor, ¿si nos vamos a quedar a dormir verdad?
*Por supuesto que si mi vida!
Le respondí con una voz muy necesitada.
Me sonrió y me dijo
: -Entonces le voy a avisar a mi mamá.
Y tomó el teléfono para enviarle un mensaje.
Cuando guardo nuevamente el teléfono, nos besamos en plena calle, nada nos importó, nadie nos conocía; al terminar de besarnos y sin decir nada, nos quedamos viendo, ambos sabíamos que era hora de irnos a un lugar más privado, era hora de irnos al hotel.
De regreso al auto, pasamos por una tienda Oxxo y me dijo que quería comprar un rastrillo, entramos y aproveché para comprar una botella de agua, la tarde ya se había ido; cuando llegamos al auto, nos volvimos a besar antes de subirnos, y de esa manera salimos del centro, rumbo aquella habitación de hotel que ya nos esperaba.
Al llegar al hotel, entre con el auto y ya no me detuve en recepción, seguí manejando sobre la calle interior, pasando por el edificio de las ...
... habitaciones sencillas, deteniéndome en una pluma de acceso vehicular, bajé mi ventanilla y deslicé la tarjeta de la habitación, levantándose la pluma automáticamente, seguí avanzando hasta llegar a dos edificios largos, de dos niveles cada uno, los cuales eran las suites del hotel, me estacioné frente al edificio que alojaba nuestra habitación, el estacionamiento estaba a unos diez metros de distancia del edificio, había jardinería entre el estacionamiento y el edificio de habitaciones; al apagar el encendido del auto, me sobrevino el nerviosismo, no podía creer que estuviera llegando a un hotel en otra ciudad con Avelina y su extraordinario trasero, era un hecho que esa noche ese par de redondas nalgas serian mías; y eso me empezó a poner nervioso, aunque no se lo hice notar, sin embargo, si pude notar algo de nerviosismo en ella.
Empezaba a oscurecer, y una llovizna ligera acompañada de viento estaba presente en el ambiente, algunos relámpagos se veían a la distancia, se sentía algo de frío, el auto marcaba 18°C de temperatura.
Me baje del auto y le abrí la puerta a Avelina, le tomé la mano para ayudarla a bajar, no había gente en el estacionamiento, después abrí la cajuela, tome las 2 maletas con una sola mano y ella se ofreció a llevar la bolsa con las cosas que habíamos comprado en el Oxxo, cerré el auto, y tomé la mano de Avelina, y así empezamos a caminar hacia el edificio que albergaba nuestra habitación, cruzamos la pequeña área verde que separaba las habitaciones del ...