El maravilloso trasero de Avelina
Fecha: 24/12/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... su riquísimo ano, me encantaba tener mi cara en medio de esas carnosas nalgas, así que quité mi dedo de su clítoris, y permanecimos en esa posición, que sabroso ano tenia Avelina, de verdad era delicioso, seguí chupando su culo, pero lentamente, hasta que ella se relajó, entonces me levante de la cama y le pedí que se empinara hincada en la orilla de la cama, pero le indique que se empinara en un costado de la cama, muy cerca de la lámpara del buró, que permanecía apagada, ella sin titubear, gateó sobre la cama para ubicar sus rodillas en donde le había indicado, a un lado de esa lámpara, y se empinó totalmente, estaba hincada con sus rodillas bien separadas, apoyadas en la orilla del colchón y su pecho descansaba sobre la cama, reposando su cabeza de lado, arqueando totalmente su espalda, quedando con el culo totalmente parado, que imagen señores, a pesar de la escasa iluminación, podía notar, lo imponente que era su majestuoso trasero, Avelina sabia como empinarse, ella sabía que su gran trasero sobresalía en esa postura, me tenía en sus manos, mejor dicho, me tenía en culo, todo pendejo y embobado me quedé mirando el majestuoso trasero que me iba a cenar esa noche, ese esplendoroso trasero me tenía endiosado.
Me quedé de pie, pasmado, todo pendejo, mirando el solemne culo que tenía esa mujer; si andando en la calle caminando, ese culo imponía, estando empinada, era una oda al culo, era un manjar, sentía que era mucho para mí, ese trasero se le veía más grande y ...
... espectacular en esa postura, era increíblemente lujurioso; entonces me hinqué en la alfombra en medio de ella, quedando su trasero a unos cuantos centímetros de mi cara, y le dije con seguridad en mi voz:
*No sabes cuánto me excitas así empinada como estás, que rico culo tienes Avelina, me encanta chupártelo, por eso voy a encender la luz de esta lámpara, porque quiero verte bien el culo.
Su reacción fue levantar su pecho de la cama, quedando a gatas, y en la penumbra noté que volteaba a verme y me dijo:
- ¡Noo, como crees!, me daría mucha pena.
*Amor, es algo que deseo y lo voy a hacer,
le respondí, enseguida acerque mi cara a su culo empinado, mamándole el ano suavemente, y mientras lo hacía, con mi mano derecha, (estando ella a gatas) le empuje la espalda hacia abajo, quedando nuevamente bien empinada, su pecho de nuevo reposaba en la cama.
Entonces dejé de chuparle el culo, y permanecí hincado en medio de ella en la penumbra, mi vista se posaba en el glorioso trasero de Avelina, había llegado la hora de conocer ese culo, que hasta ese momento, solamente le había propinado unas muy buenas mamadas; en ese instante me sentí como ese espectador que llega al cine y se sienta mirando hacia la pantalla, esperando a que empiece la película, así estaba yo, esperando que ese espectáculo iniciara.
Había un silencio casi total en la habitación, solo se escuchaba la lluvia chocar en la ventana, ella estaba empinada en la orilla de la cama, bien abierta de piernas, y yo, ...