El maravilloso trasero de Avelina
Fecha: 24/12/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ano, aprisionando en ocasiones a mi lengua dentro de él, cuando empezó a gemir más lentamente, empecé a bajar mi ritmo, quitando mi dedo del clítoris, y aproveche para abrirle la otra nalga, ahora mis dos manos le abrían sus tremendos cachetes, mi lengua seguía chupando su riquísimo ano, cada vez se lo chupaba más suave, en momentos me separaba de sus nalgas para poder ver ese culo contrayéndose por los espasmos, que delicioso fundillo tenia, regresaba y se lo lamia suavemente, mientras ella se recuperaba del orgasmo.
Habiéndose recuperado, me puse de pie, yo estaba muy caliente, mi verga chorreaba líquido seminal, me acorde de los condones, pero en ese momento me fue imposible pausar mi lujuria para tomar la caja, abrirla y ponérmelo, ya no podía mas, y así empinada como estaba le empecé a meter la verga, abriendo fácilmente esos húmedos labios vaginales, se la metí toda de un solo golpe, y ella volvió a gemir, yo estaba muy caliente, era la primera vez que tenía ese trasero sometido.
Y así empinada me la estuve cogiendo sin cortesías, mi lujuria era demasiada, estaba muy caliente, seguí metiéndole la verga así por varios minutos, era un tremendo trasero el que tenía enfrente, la tenía tomada por las caderas y la empujaba hacia mí con fuerza, yo mantenía mi cara hacia abajo, no podía despegar mi mirada del tremendo trasero que me estaba cogiendo, veía como sus redondas nalgas chocaban con fuerza en mi cuerpo, mientras la escuchaba gemir, que excitante, yo no iba a ...
... durar mucho estando en esa posición, así que cuando comencé a sentir que me excitaba de más, paré y le saque la verga, me agaché dándole una breve chupada de culo, y después, me subí a la cama y me acosté boca arriba, agarrándome
la verga, moviéndola de un lado a otro y le pedí que me montara, sin perder el tiempo, ella gateo hacia mí y se montó, metiéndose la verga de un solo golpe y empezó a cabalgarme, mis manos inmediatamente se fueron a sus nalgas, manoseándoselas, dándole algunas nalgadas de vez en cuando, no podía creer que ese trasero estuviera montado en mí, ella me estaba cogiendo a mí, qué pinche sensación, me cabalgaba desesperadamente, después me di cuenta que esa era su postura favorita, porque empezó a gemir más y más, sus manos las tenía apoyadas en mi pecho, en ocasiones volteaba a verme, pero la mirada la mantenía hacia la pared, concentrándose, disfrutando el momento, sus movimientos cada vez eran más acelerados, mis manos en ocasiones manoseaban sus tetas, pero la mayor parte del tiempo estaban manoseándole su fabuloso trasero, y estando cogiendo de esa manera, quise tocarle el culo con uno de mis dedos, pero no lo conseguí, sus carnosas nalgas no me dejaban llegar, tuve que sesgarme un poco en la cama, para que mi mano derecha pudiera alcanzar, y ella se dio cuenta de mis intenciones, por lo cual, se inclinó un poco más para ayudarme, pero sin dejar de cabalgar, y gracias a esa acción, mis dedos pudieron llegar cómodamente a su rico fundillo, no perdí el ...