1. La señora Antonietta (Parte 1)


    Fecha: 27/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Giano57, Fuente: CuentoRelatos

    ... lápiz”
    
    Le di las dos cosas y encendí la luz del centro del habitáculo, para que pudiera escribir con una luz aceptable, cuando terminó de escribir levantó la cabeza y por fin pude verle bien la cara.
    
    Era una linda mujer, un poco mayor que yo, entre los 40 y los 45 años, pequeña, con una cara linda y decidida, enmarcada por una fluyente melena morena y tenía una pequeña imperfección en el labio superior por el lado derecho, como una pequeña cicatriz.
    
    Mi mirada se fijo un momento allí y ella tuvo como una fugaz estrella de fastidio: “Fue un hombre me dijo en voz baja”
    
    Luego me hizo una sonrisa y me dijo: “Llámame mañana a las 19, se puntual”
    
    Ya se estaba bajando cuando se dio la vuelta y me dijo: “Y recuerda: en la perseverancia está la llave del éxito”, luego salió rápida y me dejó allí con un adiós en la garganta y el papelito en la mano.
    
    Lo miré: Antonietta y el numero de teléfono.
    
    ¡¿Que raro pensé, Antonietta que fuese siciliana?! Bueno físicamente podía serlo, da igual eso no era lo importante, lo importante era que llegase pronto la tarde de mañana.
    
    Seguí trabajando hasta el final del turno, pero estaba excitado, distraído, no pude recoger la lectura por donde la había dejada, pero, eso sí, al cabo de un cuarto de hora ya sabía su numero de memoria
    
    Volví a casa un poco antes de lo usual, comí con hambre y luego me caí, estaba agotado.
    
    La mañana siguiente me desperté antes de la norma, desayuné poco y me costó no salir antes de casa para ...
    ... empezar a trabajar, (no podía trabajar antes de que empezara mi turno).
    
    Trabajé nerviosamente y mi trato con los clientes aquel día no fue tan cálido como solía ser, compré unas cuantas fichas telefónicas, controlé el reloj cada cuarto de hora y por fin llegó la hora, ya era cinco minutos que estaba al lado de la cabina telefónica, quería llamar justo a las siete de la tarde y así fue.
    
    Drin… drin… drin
    
    Volví a hacer el numero controlando el papelito:
    
    Estaba aturdido, me sentía traicionado, vacío, perdido, huérfano, estafado; joder me ha estafado, no puede ser que una mujer así… pa qué, ¡¿para no pagarme la carrera?! No, no puede ser!
    
    ¡¿Y por que no?! ¡¡Al fin y al cabo, no la conoces de nada!! Pero, espera quizás llegó tarde a casa, vuelvo a intentar:
    
    Nada, no contesta, me tiró la sola, joder que pelotudo y yo siempre a confiar, que puedo hacer… Nada, vuelvo a trabajar.
    
    Seguí trabajando de mala leche, enojado, pero llegué hasta el final del turno.
    
    Luego volví a casa, comí y me caí, rendido.
    
    Es cierto que hay que decirlo a la almohada, la mañana siguiente desperté con la convicción de haber entendido todo, ella antes de bajar del taxi me había vuelto a decir el refrán de la perseverancia, si tenía que ser así.
    
    Así que la tarde a la siete volví a llamar: nada
    
    Y el día siguiente: nada
    
    Y el siguiente: nada, y más: nada, y más: nada, y más: nada.
    
    Quizás no había entendido nada, quizás solo me había tomado el pelo y yo como un estúpido seguía ...
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