Sola en la oficina 2 - Relatos Eróticos

Sola en la oficina 2

oí de pronto unos pasos que se acercaban a la puerta de mi despacho,por lo que yo intenté lo más rapidamente posible colocarme de nuevo la camisola, pero cuando estaba intentandolo se abrió la puerta de mi despacho de par en par y apareció ante mis narices Raul, uno de mis compañeros de oficina.

Raul se quedó estupefacto al encontrarme en el despacho con la camisola desabotonada y dejando escapar mis pechos, que aunque no eran muy grandes estaban bien puestos.

- ¿Que haces ahí parado? Largate!!

fué lo primero que salió por mi boca.

Y tu, ¿ que coño haces así en la oficina? seras...

y tras un portazo oí como se alejaban sus pasos.

Me moría de vergüenza, no se si podría mirar a la cara a Raul, y lo que era peor si contaría a alguien los sucedido.

Tras un rato de sofoco y meditación decidí ir a ver si Raul estaba en su despacho o se había ido de la oficina. Al aproximarme a su despacho observé que tenia la puerta entreabierta y antes de entrar me detuve un momento para ver como arreglaba aquella situación.

De pronto escuché un ritmo de respiración excitado y una especie de jadeos, me asomé con mucho sigilo y ví a Raúl agitandose una enorme polla.

Aquello me hizo retroceder e irme de nuevo a mi despacho. Estaba descolocada, me senté de nuevo en mi silla y no se me iba aquella imagen de mi cabeza. Raul masturbandose.

Intentaba pensar en otra cosa pero aquella imagen no desaparecia y de pronto me encontré dejnado correr mi imaginación; los dos ...

... solos en la oficina, un compañero con la polla entre sus manos y yo medio desnuda y.....

....y noté que estaba muy humeda de pensar en ello, así que no pude evitarlo y me quite el blusón y empece a recorrer mi cuerpo, me empecé a acariciar los pezones hasta que los noté duros como piedras y luego deje que una de mis manos fuera bajando hasta llegar a mi coño, estaba tan humeda....

ummmm..... estaba gozando como una perra con mis caricias, estaba dejando correr mi imaginación.

En una de estas solte un gran gemido que pienso que llego hasta el despacho de Raul, pues al cabo de unos segundos Raul estaba de nuevo en la puerta de mi despacho.

-¿Ya soltastes tu polla? le dije.

- ¿Te apetece acariciar mis pechos?

Raul no contestó, se acercó despacio hacia mi se arrodillo he hinco su cara entre mis piernas.

Senti su lengua recorrer mi coño, era larga y se movía muy bien.

Recorrió una y otra vez mi coño, trabajo mi clitoris hasta dejarlo a punto para estallar de placer.

Yo estaba mojadisima, mi marido me hace muy bien el amor pero, nadie había movido nunca una lengua en mi coño como lo hacía Raul.

-No pares, siiii sigue así, comete todo mi clitoris .

Raul seguía con su comida hasta que no pude evitarlo y me corrí toda en su boca.

Raul se incorporo, se bajo los pantalones y su polla tiesa quedo ante mis ojos.

Sin pensarmelo dos veces me abalance sobre ella y empece a comersela como si se fuera a acabar.

Raul me cogió del pelo y me estiro hacia ...