Verónica 4 1150cc (M25)
Fecha: 03/01/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: thormento, Fuente: RelatosEróticos
El último año y medio había sido espantoso. El intento de relación con Sara, evidentemente, no había funcionado y de repente Verónica de casi 26 años había perdido a Marc y sus proyectos juntos, a Sara y la amistad de toda una vida y de alguna manera había perdido parte de su seguridad. Después de esto había alquilado un piso para ella sola, pero la independencia como método de fuga no la hacía sentir mejor.
No había sido fácil. Al principio, la euforia de los nuevos descubrimientos la habían anestesiado. Con Sara todo era nuevo y maravilloso, excitante, descubrir que le podía ofrecer el cuerpo de una mujer al principio la había entusiasmado, aunque poco a poco esa sensación fue menguando.
Habían ido juntas a la clínica para ponerse los nuevos implantes y Sara incluso había bromeado con ponerse implantes ella también.
Verónica estaba completamente desnuda frente al espejo de cuerpo completo de su estudio. Haciéndose preguntas.
Sus tetas... Sus tetas, ahora dos esferas preciosas casi del tamaño de su cabeza, gracias a los implantes que llevaba hinchados con 1150cc se suero salino, que podría inflar más cuando ella quisiera, la miraban desde su pecho. Ella también los miraba. ¿Qué simbolizaban aquellos senos para ella? ¿Empoderamiento? No. ¿Independencia? Tampoco. No, simplemente eran parte de ella, no podía imaginarse sin ellos, tampoco quería. Había pasado mucho tiempo deseándolos, entonces, ¿por qué se sentía sucia llevando las tetas que le había regalado su ...
... amiga y amante? ¿Los pechos que habían sustituido a los anteriores, que había compartido con su amor, con quien no llegó a vivir?
Cogió un pincel y lo mojó bien en pintura negra y lo dejó chorrear sobre sus pechos redondos. La pintura resbalaba alrededor, dibujando torrentes negros que se reunían en la parte inferior de la teta y se precipitaban hacia el suelo.
-Mis pechos lloran por el amor perdido.
Los dos amores perdidos habían traído otras consecuencias, por supuesto. El libro que estaba dibujando con Marc se canceló y de repente se quedó sin ideas. Llevaba un año sin hacer nada que mereciera la pena y la editorial estaba un poco quemada. Ella necesitaba dinero y por suerte encontró trabajo en una librería, pero se sentía frustrada. Verónica mojó los dedos en pintura negra y se tocó la cabeza, manchándose la cara y dejando sus cabellos de fuego vetados de negro.
Había sido un año intenso, al sentir el vacío emocional se había dedicado a ligar como una loca y a buscar mil amantes que llenaran ese huevo que, en realidad, no estaba entre sus piernas, sino en su corazón.
Había experimentado todo lo que había podido, primero había empezado con mujeres, pero después de un par de experiencias insípidas aceptó que el lío con Sara fue una confusión de sentimientos y que, en realidad, ella no era lesbiana.
Volvió a buscar a hombres. Los había visto y probado de todo tipo. Recordaba sobre todo a Biel, y su monumental polla, nunca había sentido su coño ensancharse para ...