Fiestas sorpresas para la pequeña Ariadne - Relatos Eróticos

Fiestas sorpresas para la pequeña Ariadne

... casa, observabamos a una linda chica joven decender del vehículo con chamarra muy corta y abierta que dejaba ver el top negro que cubría sus hermosos y redondos pechos, aquél vientre plano que posiblemente fue trabajado en algún Gim de la ciudad resaltando algunos cuadritos abdominales femeninos y que hacían lucir un pequeño piercing incrustado en su ombligo en forma de diamante, una minifalda negra sujeta por un cinturón algo tosco y grueso que hacían ver más chica la mini que cubría un par de muslos envueltas en unas medias de red que subían la temperatura de los espectadores desde el momento que bajo del vehículo, simplemente la sorpresa nos la estábamos llevando tambien nosotros.

Talvez la chamarra solo es decorativa ya que de ninguna manera sería posible que pudiera cerran con tan hermosos par de melones de por medio __pensaba por dentro de mi__, y seguramente Juan pensaba lo mismo.

Otro de los compañeros que observaba por la ventana era Omar, quien recibia un codazo en la barriga por parte de su recien casada esposa sacándole el aire y un gruñido chistoso haciendo que varios compañeros comensarán a reírse en bajito, mientras que otros pedían chitando a callarnos.

En eso estábamos cuando los pasos de Susy y Ariadne se dirigían hacia la puerta principal y cuando por fin se abrío se encendieron las luces y todos gritaron sorpresa pegando del susto un pequeño brinco de Ariadne que hizo que sus pechos se balancearan de arriba a abajo como dos grande globos de ...

... gelatina, sus piernas al igual que ese redondito tracero se movían en sincronía de sus senos, simplemente sería una gran tarde-noche llena de miradas hacia Ariadne tanto de hombres morbosos cómo de mujeres celosas.

Rápidamente todos nos dirigimos a darle la bienvenida rodeando entre saludos y abrazos a Ariadne mientras ella camina más adentro de la casa con algo de dificultad y por lo incómodo y pequeño del espació habitacional se podía sentir el tose de los cuerpos contra el de Ariadne.

Omar quien fue el primero en darle el abrazó nos confirmó con una mirada discreta y una sonrisa de oreja a oreja lo que era obvio y así fuimos pasando hasta que llegó mí turno de abrazarla y sentir no solo su cuerpo si no también oler esa fragancia delicada y dulce a flores que su cuerpo y ropa desprendían. Sentí sus brazos enrollandose en mi nuca y los míos en su espalda tocando su piel desnuda con la yema de mis dedos bajo la chamarra que se había elevado al alzar las manos para abrazarme me comenzó a poner duro instintivamente y aunque fue corto el tiempo que duró, su aroma se me quedó impregnado en mí.

Turno de Juan era el siguiente bajo la mirada de todos los que sabíamos que Ariadne era su amor platónico y al que por salirse del colegio antes de tiempo no pudo de clararle su amor y solo se quedó como un secreto que ni su novia que lo observaba desde la puerta principal sabía hasta ese momento.

Imaginando lo que pasaría, todos mirábamos el abrazo de Juan y Ariadne y a su vez ...