Sesión de modelaje.
Fecha: 15/01/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... empresa de fotografía? Somos un negocio que también vende sexo para una clientela de élite, sexo real, sexo tanto en vivo como en video. Eso supone mucho, muchísimo dinero. Como podrás suponer”.
“Déjame salir de esta silla, Gregorio. Por favor. Nunca te he dicho que quisiera hacer sexo. Hicimos un trato para una sesión sólo de fotos. ¡Lo que insinúas no es fotografía!” “Por favor, suéltame”
Gregorio se limitó a encogerse de hombros. “Sí, sí, por supuesto que es fotografía lo que habíamos pactado. Pero sólo fotos no es gran cosa para tu capacidad artística. Créeme Salomé. Te he observado. Has disfrutado todo lo que te ha sucedido hoy, hasta ahora, ¿no? Incluso cuando ese negro te ha puesto la polla en la boca.
Su voz era tranquilizadora, hipnótica. Lentamente asentí. Eso era cierto. Tenía que admitir que me había divertido y excitado todo aquello.
“Y has disfrutado obedeciéndome, ¿verdad? “
Realicé inconscientemente otro asentimiento, más entusiasta de lo que pretendía.
“Has disfrutado de que te tocaran, de que te rozaran como lo han hecho., ¿no es así?” preguntó, pasando su cálida mano sobre la parte interna de mi muslo expuesto. El hormigueo que subió por mi pierna hasta la ingle, me estremeció. Mi respiración se aceleró cuando me di cuenta de a dónde iba a parar todo aquello y luché contra el pánico.
Él estaba allí de nuevo ofreciendo algo más que cámara de fotos y poses insinuantes, su mano en la parte superior de mi muslo, su dedo paseando sobre ...
... mi montículo púbico. “Ssshh tranquila, cariño. No debes preocuparte. Lo haces todo el tiempo con tu esposo Andrés. No tiene tanta importancia el que lo hagas con otras personas”. Le miré. Gregorio se quitó la ropa y avanzó hacia mí con el pene erecto. Agarró el estribo izquierdo, lo abrió y lo bloqueó. Supe que estaba a punto de ser follada. Mi culo y coño se mostraban de manera prominente a la cámara que tenía una luz roja parpadeante para hacerme saber que todo estaba siendo grabado.
Sin decir palabra, Gregorio frotó experimentadamente la cabeza de su polla a lo largo de mi raja. Luego empujó entre los labios húmedos y cálidos en la parte inferior de mi vientre hasta tenerlo todo dentro, el tremendo pene cargado de sangre. No esperaba tener mi primer orgasmo tan rápidamente. Pero cuando él embistió con su polla con fuerza y rapidez, no pude evitarlo. Mis ingles estaban calientes por la excitación. Incluso levanté las caderas para recibir su ataque y gemí con cada embestida de su enorme herramienta negra.
Gregorio sacó la polla y cogió un azotador. Era uno pequeño látigo que sacó de un armario, quince o veinte tiras de cuero negro de unos treinta centímetros de largo. El primer golpe cayó sobre mi seno izquierdo y me dejó sin aliento. Chillé, pero más golpes cayeron tan rápido que no pude recuperar el aliento el tiempo suficiente para chillar de nuevo. Gregorio dejó marcas rojas en mis tetas, alternando de izquierda a derecha, y ocasionalmente golpeando un pezón a ...