1. Mis bragas, tu trofeo


    Fecha: 18/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... interior empezaba a lubricar del placer que me está dando con sus dedos y los gemidos apagados en su boca mientras me besa. Que estoy haciendo, no entiendo nada, el miedo se había ido tal como vino y tal como vino el miedo, lo que siento ahora es una excitación increíble, algo que nunca había sentido, algo que parecía necesitar a tenor de lo que hago, porque mi culo se mueve hacia atrás buscando el roce con aquel pene, porque mis piernas se relajaban y dejo que su mano me apriete el sexo por debajo de mis bragas, de apretar su mano contra mis pechos los cuales han sido liberando de las cazoletas de mi sujetador.
    
    Miro al espejo y me observo el rostro que tengo, es el placer personificado, es la lujuria desatada en mí, mi boca abierta sin emitir ningún sonido, hasta que siento como su pene penetra por detrás de mí, llenando mi vagina, me ha bajado las bragas hasta las rodillas y por los espejos puedo ver como su pene entra y sale de mi vagina, dejo que mis gemidos empiecen aparecer y que tenga una vez más que taparme la boca con su mano, mis manos hacia atrás cogiendo su trasero y acompañando los dulces empujones que me hacen gemir, me penetra muy suave, sus empujones hacen bailar mis pechos que ahora se aceleran, ha apoyado su mano en mi cadera metiéndome más rápido ese enorme pene que desaparece y aparece como un coloso mojado por el interior de mi vagina que no para de convulsionarse cada vez que la noto entrar, no puedo abrir los ojos, el placer que me invade no lo ...
    ... puedo explicar, penetraciones fuertes, profundas y pausadas, estoy llegando al éxtasis, mmmm más rápidas, más rápidas y profundas, empujando mi cara contra el espejo, un orgasmo empieza a recorrer mi cuerpo, me inunda el interior de mi vagina tanto que mis muslos empezaron a empaparse de mí.
    
    Dos, tres y hasta cuatro empujones tan fuertes que la siento entrar tan dentro de mí como nunca pensé que fuera posible, siento como su semen se derrama dentro, en mi interior, en esos momentos sus dos manos en mis caderas sujetándome con fuerza y sin darme cuenta nuestros gritos de placer envuelven todo el probador, todo el pasillo, toda la planta.
    
    Nada más terminar, sacó su polla de mi interior se subió los pantalones y tal como vino como mi miedo se fue sin mirar atrás.
    
    Ahora todavía asustada y avergonzada, tomo café en esa pequeña cafetería, sin ninguna bolsa de compra en el suelo, con la vergüenza de haber salido del aquel probador ante las miradas inquisitorias de las dependientas y de la gente cercana al probador, cuando salí de allí con la cabeza agachada dejando la ropa en un mostrador y sin las bragas negras que él me había quitado y se había llevado quizás como trofeo, aquel hombre que seguro a partir de ese día seria dueño de mis sueños, aquel que despertó en mí, el sexo que tenía oculto y aunque nerviosa y asustada todavía no le guardaba ningún rencor, todo lo contrario me había despertado cuando estaba dormida, me había encontrado cuando estaba perdida y pensaba que se ...