Verónica 2 200cc (M21)
Fecha: 27/01/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... - ¡Come mis tetas de silicona!
- ¡Cómo tú mandes! ¡Qué caliente estoy!
- ¡Y yo también!
Ella tuvo un breve orgasmo mientras él le comía las tetas. Se quitó las bragas empapadas y un hilo de flujo le goteó de la vagina.
- ¡Quiero ver esta polla tuya!
- ¡Cómo tú mandes, dama de fuego!
Marc se bajó los pantalones y los calzoncillos, dejando a la vista su pene erecto, ella lo cogió con la mano y lo miró con ganas, era grande en realidad, y eso la hacía ponerse cada vez más caliente.
Primero con la lengua recorrió todo el tronco, disfrutando cada centímetro de polla y con las manos iba calibrando el grosor, imaginándose la sensación de tenerla dentro.
Abrió bien la boca y chupó poco a poco el pene mientras con las manos lo iba masturbando hasta que con un movimiento decidido lo tragó hasta la base. Tenía la boca y la garganta llena de polla y el coño le chorreaba, se sentía pletórica y borracha.
- Verónica, ¡Ah, Por Dios! ¡Para o me correré ahora mismo!
- ¡Te quiero dentro de mí ahora!
- Oh... Como tú mandes...
Marc la sujetó por las piernas, elevándola y apoyándola en la pared del lavabo. Sentía el ardor del sexo de ella en la punta del pene, deseando penetrar aquel maravilloso coño. Cuando entró fue cómo entrar en el paraíso húmedo y ...
... cálido de la primera vez. Siempre había deseado a una mujer como aquella y ella también sentía lo mismo, habían encontrado sin buscarla, una conexión que ahora deseaban explorar.
Y follaron. Verónica gemía de placer a cada empotrada, lo sentía profundo dentro de ella y en respuesta le arañaba la espalda. Los senos le botaban de aquí para allá, cada vez más rápido según aumentaba el ritmo del sexo.
- ¡Fóllame, fóllame hasta que no diga basta!
- ¡Voy a correrme!
- ¡Córrete, llename de semen, déjame repleta de ti!
- ¡Ya voy!
- ¡Aaahhhh!
Los dos temblaron con sus orgasmos, y así abrazados permanecieron un rato, sintiendo la piel del otro, hasta que el paso del tiempo les hizo volver a la realidad. En silencio se vistieron y salieron del baño.
- ¿Cuándo irás? - preguntó Marc.
- ¿Dónde?
- A pedir hora, por el aumento de pecho.
- Ah, el lunes mismo, tengo muchísimas ganas. ¿Por?
- No, sólo estaba pensando... Si quisieras que te acompañe.
- ¿Perdona?
- ¡No, no pienses ahora nada extraño! Yo que se, simplemente me gustaría conocerte un poco más.
- De acuerdo, podemos conocernos un poco más, pero ya pensaré si vienes o no.
Siguieron juntos el resto de la fiesta, hablando, poniendo ideas en común, sueños y fantasías. Gustándose.