1. Servicio doméstico


    Fecha: 30/01/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    María Isabel de los Montes se levantó de la silla, tomó en su mano enguantada un pequeño espejo y se miró el rostro.
    
    Sonrió.
    
    El recogido de su cabello era impecable, el maquillaje, rosa pálido, hacía juego con su vestido y sus delicados guantes; sus carnosos labios pintados de rojo transmitían el necesario toque de sensualidad que acompaña a quien está acostumbrado a tener todo lo que quiere.
    
    Suspiró y miró a través del cristal de un gran ventanal.
    
    Fuera, el primaveral y soleado día había dado paso a una tarde con nubes de tonos rojizos que anunciaban viento. La primavera había comenzado hacía solo unos días y todavía se notaba en el ambiente un frescor más propio del invierno.
    
    Unos golpecitos en la puerta seguidos del familiar quejido de las jambas cuando se abrió, hicieron que Isabel apartase los ojos del paisaje.
    
    Una joven sirvienta de piel pálida, constitución delgada y mirada risueña entró con una bandeja de plata.
    
    -Su manzanilla. -dijo dejando una tacita sobre el mantel floreado de una mesa.
    
    -Gracias Teresa. -respondió la mujer tomando asiento y llevándose la taza a los labios.
    
    -¡Quema! -dijo cuando probó la infusión.
    
    Teresa se puso nerviosa y balbuceó algunas palabras de disculpa.
    
    -Llama a Sebastian. -ordenó Isabel.
    
    Sebastian era un hombre maduro que desempeñaba la función de mayordomo y jefe de servicio. Además de a Teresa, tenía a su cargo a la cocinera, al encargado del jardín y al mozo de cuadras.
    
    La doncella le contó ...
    ... brevemente lo que había ocurrido.
    
    -Está bien. Vamos a ver a la señora. -dijo sin poder disfrazar un tono de disgusto.
    
    Le gustaba el orden y las cosas bien hechas. En el fondo admiraba a su señora. Tenía claro su papel de empleado, siempre dispuesto a cumplir órdenes. Sabía que entre su mundo y el de doña Isabel había un abismo infranqueable, y que él, por muy bien que lo hiciese nunca estaría ahí. Su meta era simple, que la señora no tuviera quejas.
    
    Camino a la estancia observó a Teresa. Estaba nerviosa y a su juicio, ese nerviosismo estaba más que justificado. Su señora no se andaba con chiquitas. Una vez, pilló al mozo con la cocinera en el establo practicando sexo. El acto en sí no estaba prohibido, siempre que tuviese lugar fuera del horario laboral. Recordaba como si fuera ayer la escena. El chico, desnudo de cintura para abajo pidiendo perdón, a su lado su compañera, con los mofletes colorados y las tetas al aire. No le sirvió de mucho. Doña Isabel mandó que desnudaran por completo al mozo y que fuese amarrado a un poste de madera. Luego, usando un manojo de ramas de abedul, le azotó en espalda y culo durante un buen rato.
    
    La cocinera ocupó el mismo lugar poco después, en su caso los golpes se concentraron en las nalgas, y aunque el castigo fue más breve, no pudo evitar las lágrimas.
    
    ****************
    
    Isabel recibió a mayordomo y doncella sujetando una vara entre sus manos.
    
    -Ven aquí Teresa, apoya las manos en la pared e inclínate.
    
    La joven ...
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