Coqueteando
Fecha: 30/01/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Hotwife, Fuente: CuentoRelatos
... la seguridad de que allí estaré”, le respondí. Llegamos a mi auto. Se estacionó, se bajó y me abrió la puerta. Me ofreció su mano para bajar. Abrí la puerta de mi auto y antes de subir nos despedimos con un breve beso en la mejilla y un abrazo, mientras me decía al oído que había disfrutado mucho mi compañía. Le respondí que yo también. En el abrazo nuestros cuerpos se juntaron un poco más y en esa cercanía sentí nuevamente la dureza de su miembro pero en mi vientre. Ya en mi auto y antes de arrancar nos despedimos ofreciéndonos una sonrisa.
Llegué a casa y ya había llegado mi marido. Me preguntó que de donde venía, y porqué tan arreglada. Le dije que había sido el último día de clase del diplomado y que se había organizado una reunión por ese motivo en una terraza bar y que había aceptado la invitación sabiendo que no iba a llegar. No entré en detalles. Traía una botella de vino y me dijo que bebiéramos una copa. Cuando terminamos nos levantamos y me dijo que le excitaba verme vestida así, con ese vestido y que con esos tacones resaltaban mis curvas y mis nalgas. De repente me abrazó por detrás. Voltee a verlo y nos besamos. Luego nos abrazamos de frente y empezó a acariciar mis nalgas. Luego metió la mano por debajo del vestido y se dio cuenta de no traía ropa interior. Nos empezamos a excitar y me dijo que subiéramos a la recamara. Ya en la recamara me preguntó que cómo quería y no dudé en decirle que por detrás. Me acerqué a la ...
... cama, subí mis rodillas y puse mis las palmas de mis manos al frente. Entonces levantó mi vestido y mientras acariciaba mis nalgas, mis muslos y mis pantorrillas y luego el interior de mis muslos, me preguntó porque no me había puesto bragas si sabía que no iba a estar con él ese día. Le respondí que todo el día había estado caliente y que disfrutaba sentirme así.
Me penetró suavemente pero no totalmente y después se retiró y continuó con sus dedos hurgando mi vagina y luego mi clítoris, todo ello magistralmente, sin prisa y delicadamente, como bien sabe lo que me gusta. Mi excitación empezó a aumentar, él lo sentía perfectamente pues identificó el instante perfecto y empezó a penetrarme. No me envestía, lo hacía suavemente, por lo que mi gozo se iba acumulando. Sentía su miembro y su erección firme. Me sorprendió que su miembro se mantuviera más rígido de lo normal, sin la urgencia de eyacular. Entonces le dije que no se moviera, que se mantuviera quieto. Yo empecé a mover mis caderas en forma circular y él coordinaba el movimiento con sus manos en mis caderas. Me estaba gustando hasta que, continuando con el mismo movimiento, sacaba un poco mi vagina de su miembro para concentrarme en su punta, de tal manera que sentí como su excitación aumentaba y como venían en camino sus fluidos. En ese preciso instante yo también sentí como iba en camino a un fabuloso orgasmo, después de estar todo el día caliente y estar coqueteando con otro hombre.