1. Encuentro en el Metro


    Fecha: 30/01/2024, Categorías: Infidelidad Autor: KLIMVM, Fuente: CuentoRelatos

    ... con ella.
    
    Ya para ese lapso de tiempo hemos llegado a la siguiente estación y nos bajábamos en una más. La gente se mueve para pasar bajarse, otros suben, los movimientos de esos que suben y bajan le facilitan a él moverse de modo más brusco e intenso, siento como me encaja me tiene tomada firmemente de una de mis caderas, mientras siento su pico esta enorme invadiendo mi interior, suave y tan profundo como puede. Me aflijo con la parada, alguien podría vernos, pero todos pasan, salen, otros entran nadie se preocupa, y yo procuro mantener la calma, siento mi cara y mi cuerpo arder, los jugos escurren por mis piernas, me están culeando en el metro y el hecho despierta en mi un gran morbo, quiero más, es la perversión que me invade y me tiene muy caliente, nerviosa, pero me gusta, trato de facilitarle su trabajo dentro de lo que se puede, parada en la puntita de mis pies siento partir el metro nuevamente y él se apura para encajarme más hondo, siento su penetración, siento su respiración en mi oreja, me dice lo rica que estoy, lo caliente que lo pongo, su mano ya no está en mi cadera, está en mi vientre apretando contra él y a no mucho andar puedo sentir como acaba dentro de mí, siento su palpitar y su leche caliente derramarse a chorros. Ya casi llegamos a estación Republica del Metro, ...
    ... me tiene firme y sigue sus palpitaciones cada vez más suave, estamos entrando a la estación y lo siento salirse lenta y suavemente de mí, aun se siente gordito, el tren se detiene, se abren las puertas y sin preocuparme de nada, me abro camino entre la gente y salgo al andén, volteo atrás para esperarlo y lo veo salir, miro su paquete, no sé cómo lo hizo pero esta todo guardado en su lugar, entonces le digo… ¡¡y ya!!, entonces, para qué nos juntamos si ya no habrá más…, pero el muy seguro de si me dijo, ¡NOO!, esto es solo el comienzo, vamos donde podamos terminarlo.
    
    La verdad es que estaba muy caliente, todo eso me despertaba un morbo enorme, pero no pude acabar, estaba preocupada de que no nos vieran.
    
    Salimos caminando del metro y el semen derramado en mi interior comienza a escurría por mis piernas hasta asomarse en mis rodillas, le hago gesto para que lo vea, su mirada morbosa se inquieta, pero le digo… ¡naaa!, déjalo lo ahí…, nadie me miraba, nadie sabía lo que venía de hacer, así que caminaba segura de mí misma sin importar como los blancos hilos de semen se asomaban por mis piernas hasta las rodillas y un poco más.
    
    Llegamos a nuestro lugar de encuentros y así como iba de caliente no me deje esperar para terminar lo iniciado en ese vagón de metro… pero eso es otra historia. 
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