Intercambio de esposas en la playa
Fecha: 12/02/2024,
Categorías:
Intercambios
Autor: Alfre2, Fuente: CuentoRelatos
... contigo no tengo como perder, y soltó otra carcajada ja ja ja.
Contento yo también por nuestro acuerdo, seguí disfrutando de la hermosa vista de las piernas de Ceci, al mismo momento que observé a mi esposa y la vi con una sonrisa de complicidad.
Llegada la noche, llegó el momento, los niños ya dormían y nosotros cuatro estábamos en la sala ya con varios tragos encima, propuse el juego de parejas, nos tocaría responder preguntas atrevidas y cumplir desafíos que poco a poco iban a ir subiendo el tono. Siempre mantuvimos el juego de desafíos con nuestras esposas, sin embargo, las preguntas podrían ser dirigidas a quienes sea. Mi esposa, que ya sabía cuales eran mis intenciones, de a momentos lanzaba las preguntas mas sexuales a Andrés, y Ceci poco a poco fue cogiendo el tono, y también me hacia una que otra pregunta a mí.
Como a pedir de boca, luego de varios juegos y apuestas perdidas, las chicas, especialmente Ceci, estaban muy mareadas, le hice una seña a Andrés de que me siguiera, y empecé a besar a Carla fervorosamente en el mueble que nos encontrábamos, mientras le hacía señas a Andrés para que hiciera lo mismo a su esposa. Carla me dijo: – te la quieres comer a Ceci verdad? A lo que contesté: – así es mi amor, hoy quiero que tu seas mi cómplice. Ella me miró, y me besó aun con más ganas, y solo me respondió: – pero yo también tendré mi parte, verdad amor? A lo que le respondí: – por supuesto. Y la seguí besando mientras recorría con mis manos sus piernas, e ...
... iba subiéndolas poco a poco por sus muslos hasta tocar su vagina por encima del short que cargaba puesto.
Esto la prendió bastante a Carla, pude notar como empezaba a soltar gemidos cerca de mi oído, mientras sentía como nuestros corazones se aceleraban. Olvidé por un momento por completo a Andrés y Ceci, solo esperaba que estén haciendo lo mismo, mientras Carla y yo nos perdíamos en caricias y lujuria. De repente me detengo a voltear, y con gusto veo que aunque Ceci estaba bien mareada, Andrés ya había desabotonado la blusita que cargaba, mostrando así esos deliciosos senos enormes que Ceci tenía, más grandes que los de mi esposa, de hecho, todo en Ceci era más grande, ya que ella era ligeramente más gruesita. Volví a besar a Carla y esta vez empecé a introducir mis dedos por dentro de su short, Carla ya estaba húmeda, y decidí saborear mis dedos, probando sus jugos, volví a ver a Andrés, y Carla también lo veía, mientras expresaba en su rostro deseo.
Noté que él vio lo que hice, seguramente lo excitó bastante también. Le hice un gesto con mis cejas, para saber si me podía acercar, a lo que el me respondió así mismo con otro gesto indicándome que sí. Andrés se levantó, apagó la luz de la sala, y nos quedamos únicamente con la luz de la luna que entraba por ventanal donde anteriormente estaban nuestras esposas asomadas. Me despedí de Carla con otro beso y le dije: – bueno amor, ya te mando a Andrés para que no te sientas sola, ella me contestó con otro beso y me dijo: – ...