1. Mi esposa sumisa


    Fecha: 14/02/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: principearg, Fuente: CuentoRelatos

    Había sido solitario durante la mayor parte de mi vida y siempre había mantenido una distancia emocional de las relaciones románticas. Sin embargo, todo cambió cuando conocí a la mujer que se convertiría en mi esposa.
    
    La conocí en un posgrado que dictaba la facultad de arquitectura sobre diseño de interiores. Ella se sentaba atrás de todo, muy retraída. Aunque con timidez y ya pasado los 30 años, me acerqué a hablar con esa muchacha voluptuosa que no mostraba nada de su cuerpo y usaba lentes.
    
    Ella también había crecido en una familia conservadora que le había inculcado el miedo al amor y al sexo. Al principio, parecía reservada y no mostraba mucha cercanía emocional, pero cuando nos casamos, algo cambió en ella. Comenzó a ser cada vez más cariñosa y afectuosa conmigo.
    
    Sandra es una mujer de tes muy blanca, algo rellenita, con cabello negro y algo ondulado. Su busto es muy generoso y ella es de altura mediana. Siempre se viste de manera muy prolija, sin dejar ver nada de su piel. Aunque el propio tamaño de sus tetas hacía que quiera o no, su escote apareciera en todo momento. Yo mido 1,89, no tengo un mal cuerpo pero no estoy tallado a mano. Voy al gimnasio tres veces por semana y me mantengo. Mi pija es normal para mi altura, de 21 cm pero es ancha, blanquita. Tengo pelo castaño oscuro, lo uso corto.
    
    Sandra es una mujer muy trabajadora y dedicada a nuestro matrimonio. Siempre está arreglando la casa y las plantas, y manteniendo todo muy limpio. Le encanta ...
    ... mantener todo en orden y que todo esté en su lugar. Como decía, siempre se asegura de que esté cómodo y feliz, y me demuestra su amor con cada gesto.
    
    Parecía como si el hecho de saberse mi esposa la hubiera hecho tan feliz y relajado tanto que tuviera esa imperiosa necesidad de agradecerlo con cada gesto. Me encantaba ver cómo tenía la casa limpia, preparaba la comida y se ocupaba de cada detalle de la vida doméstica. Siempre se aseguraba de que estuviera cómodo y feliz.
    
    Juntos, descubrimos el amor verdadero y aprendimos a dejar atrás nuestros miedos para disfrutar de la vida como pareja.
    
    Con el tiempo, nuestro amor se hizo más fuerte y nuestra relación se convirtió en un hermoso ejemplo de lo que significa amar y ser amado de verdad. Nos dimos cuenta de que el amor y el sexo no eran algo de lo que debíamos tener miedo, sino algo que debíamos disfrutar plenamente.
    
    Con mi profesión de diseñador de interiores, me iba bien económicamente, y mi esposa algunas veces me hacía de secretaria. Por eso, decidió abandonar su trabajo de arquitecta y centrarse en nuestro hogar.
    
    Sin embargo, sabíamos que necesitábamos soltarnos más afectiva y físicamente el uno con el otro para fortalecer aún más nuestra relación.
    
    Aprendimos a superar nuestros miedos y a entregarnos el uno al otro sin reservas. Descubrimos que el amor verdadero no tiene límites y que juntos podíamos superar cualquier obstáculo.
    
    Aunque nuestro amor era fuerte y nuestro matrimonio feliz, el sexo era a la vez ...
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