La madrina de mi comadre
Fecha: 17/10/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: flowhot, Fuente: RelatosEróticos
... clave todo mi sexo dentro de ella.
El grito de dolor que profirió solo hizo que me calentara mas, su culo era virgen y mucho mas apretado que su concha, estaba a pedir de boca, me sentía en la gloria.
Omaira estaba rendida, la cara enterrada en la almohada, las manos aferrando las sabanas, sus maravillosas tetas aplastadas contra el colchón y su culo mas parado que nunca, la apertura que me daba para seguir clavándosela era ideal pero ella estaba sufriendo.
- Ella me decia que parara que no aguantaba más.
- Por favor, ya ¡!!
- Vas a ver que esto te va a gustar.
Al rato de estar arremetido en su interior, me di cuenta de que el dolor había cedido y pude notar que los movimientos de sus caderas comenzaron a ser hacia adelante y hacia atrás. La tensión de sus manos aferrando las sabanas había cedido y nuevamente había comenzado a gemir en forma muy suave.
- Yo le decía, quieres mas ¿????
- Si... Me gusta ¡!!!!!!!!
- ¡! Te gusta que te cojan por el culo ¡!!!!
- Siiiiiiiiiiiiiiii, Siiiiiiiiiiiiiiii, siga ¡!!!!!!
Y seguí, seguí metiéndosela y alternaba su culo y su vagina. Cuando sacaba la pene de su culo y veía el agujero abierto que le quedaba, me calentaba más y más la cogía por su culo. Siempre me excito ver el agujero del culo de una mujer cuando le saco el pene pero en este caso, sabiendo que por ese lado era virgen hasta que llegue yo, me excitaba más y más me gustaba ver la huella que dejaba mi sexo al salir de su interior.
Me gustaba ...
... sentir que la perforaba, que cuando me la montaba por atrás, me gustaba subirme a su espalda, acomodar mi pene adentro de su culo y agarrarle desde atrás las tetas que bailoteaban con el movimiento de sus caderas.
Al final, no paraba de gozar, le había despertado el instinto más animal que todos los seres humanos tienen dentro y estaba gozando como la más experimentada, estaba gimiendo de placer ante cada entrada de mi sexo en el suyo.
Ella se movía como descontrolada, ella sola se encargaba de moverse, de abrirse, de pedirme que la coja sin parar.
Extendía sus manos hacia su clítoris y se acariciaba mientras yo seguía cogiéndola por atrás, se metía sus dedos en la vagina y no dejaba de gritar, estaba descontrolada y eso hacia que yo aumentara mi excitación, que quería seguir cogiendo a esa mujer toda la noche.
Creo que los dos perdimos la noción del tiempo y no recuerdo cuantas veces acabo entre sus manos y bañó mi pene con sus flujos, lo cierto es que llego un momento en que nuestros cuerpos estaban exhaustos y pene pedía a gritos ser descargada en algún lugar.
Cuando sentí que no podía evitar mas el orgasmo, me retire de su culo, la di vuelta en la cama, dejándola de rodillas frente a mí y parado sobre el colchón, con ella elevando su mirada hacia mis ojos y su boca abierta esperando mi descarga, un chorro de semen salió de mi interior bañándole las mejillas, resbalando por su cara.
Ella termina con otro orgasmo acariciándose el clítoris mientras podía ver ...