1. Mi cambio de hombre a mujer Segunda parte


    Fecha: 20/02/2024, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentir más fuertes las ganas de que Alfonso cogiera y por la mañana fui a buscar ropa que me permitiera mostrar todas las piernas y como ya tenía senos un poco crecidos, que los mostrara un poco. Así que así me fui a la cafetería. Al verme Alfonso me abrazó, me besó y me acarició las nalgas y me dijo “necesitas algo” y yo le dije “si, urgentemente que me cojas y luego que le digas al psicólogo que extienda la carta que diga que soy mujer para que me operen y me quiten el pene y me pongan chichis grandes”. Y Alfonso me dijo “vamos arriba, que te voy a coger aquí para que sepan que eres mi puta”, me agarró las nalgas y me subió metiéndome un dedo. Y ya en su despacho, me besó el cuello, me agarró las bubis, me las chupo y mordió, me subió la falda y me lamió y besó las nalgas y me agarró y lamió todas las piernas. Mientras yo estaba muy excitada, me empezó a dar nalgaditas y me empezó a meter su verga, y poco a poco me la metió una y otra y otra vez, hasta que me hizo gritar y gemir muy fuerte, así “aaaahhhh aaaaiiii aaaaiiiii aaaaahhhh” y luego me empapo con su semen. Y me dijo “eres mía putita, solo mía, y te pondremos chichotas, serás mi puta chichona”. Lugo ya me vestí y me llevó agarrada de las nalgas para la cafetería, hasta la silla, se sentó y me pidió que le sirviera un refresco, fui a servírselo y de regreso como solo había una silla, en lo que le servía el refresco me agarró las piernas y luego me sentó en las suyas. Cuando salimos de la cafetería me llevó a su casa ...
    ... y allí me dio otra cogida sabrosa y me quede en su casa. Desde ese día Alfonso me pidió que me quedara en su casa durante el tiempo que durara la terapia hormonal y psicológica para que él me cuidara y yo acepté. Y desde ese día Alfonso me cogia muchas veces al día, en la madrugada, en la mañana, en la tarde, en la noche, etc., así transcurrió un lapso de 4 meses más, ya no fui a la escuela, y sentía mucha necesidad de que Alfonso me metiera su verga y me manoseara. El siguiente lunes teníamos que ir a ver al psicólogo para que me diera el último diagnóstico y de allí iríamos a ver al médico cirujano.
    
    Esa mañana Alfonso me puso en la cama la ropa que debería usar, y me lleve un disgusto porque me había puesto un vestido negro holgado que me quedaba a la altura de las rodillas, y estaba todo cubierto. Al verlo después de bañarme y maquillarme, me dio mucho coraje y fui a ver a Alfonso, estaba enojada porque además del espantoso vestido, no me había cogido ni en la madrugada ni en la mañana y tampoco me había agarrado nada, y le reclame con una actitud muy fuerte “que te pasa porque me pones ese horrorso vestido. Esta larguísimo, y parezco monja con el”. Entonces me respondió “prefieres uno más corto y destapado” y le dije que si. También le dije “y que te pasa, no me has tocado ni nada” y me agarró de la mandíbula con firmeza diciéndome “con calma muñeca, con buen modo, recuerda que ambos ponemos algo, tú las nalgas y yo la verga pa metértela, tu las piernas y las chichis y ...
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