Mi mejor amigo y yo intercambiamos esposas
Fecha: 26/02/2024,
Categorías:
Intercambios
Autor: Abe1989, Fuente: CuentoRelatos
... mi esposo está despierto?"
"Por supuesto, nalguita", dijo Caleb mientras le agarraba la nalga y una pierna, acercando su pene a la vagina de Vero.
"¡¿Otra vez?!", grité.
"Sería la tercera esta noche", dijo Caleb.
"Qué hija de puta", le respondí.
"Tranquilo, Abraham... acabas de dejarle tu semen a mi vidita dentro... somos hermanos, cabrón, no me molestaría criar a un pendejito tuyo", metió su pene nuevamente. Y hubiera dicho algo de no ser porque Viri se acercó a mí y se acostó en mis piernas.
"Se ven hermosos, no crees?", me preguntó en un tono muy calmado, casi antinatural en la situación. No respondí nada, pero ciertamente, se veían hermosos. Caleb era mucho más dulce con ella, la trataba con más respeto y delicadeza de lo que había hecho en esta última hora de sexo que había compartido conmigo y su esposa. "Esto que sientes... eso que tu esposa sentía mientras tu me llenabas... no se puede obtener de ninguna otra forma, además, es su primera vez... disfrútenlo".
Me dio un beso en la pierna y empezó a acariciar mi barriga y darle besitos, como calmándome mientras Caleb tenía un orgasmo espasmódico y eyaculaba dentro de mi esposa una última vez.
Fue un momento bellísimo. Es difícil explicarlo, porque hacía una hora, hacía unos momentos, estaba furioso, pero ahora todo era éxtasis. Agradecí que la cama era king size, porque en cuanto Caleb y mi esposa terminaron de ...
... besarse y reposar el orgasmo de él, Viri me abandonó y fue a recostarse, con su cuerpo cubierto de mi esperma, con su vagina chorreando mi semilla, encima de Caleb, y Vero se quedó con ellos un rato antes de volver conmigo. Ya había amanecido... y los 4 dormimos juntos. Me sorprendió cómo Caleb abrazó a su esposa sin dudarlo, a pesar de mancharse de mi semen en el proceso. Yo apenas y pude abrazar a Vero sabiendo lo mucho que su cuerpo debía estar cubiertos de fluidos suyos y de Caleb, pero al cabo de unos minutos el sueño me ganó.
Cuando desperté, Caleb y Viri estaban semidesnudos, vistiéndose, habían tomado una ducha.
Vero seguía acostada junto a mí, despierta todo este tiempo.
"Nos vamos, ¿ok?"
"Con cuidado, sigue dormido"
"Nos avisas si se pone violento", le dijo Viri.
"Él no es así, yo hablaré con él".
Preferí no intervenir. Dejar que se fueran, fingir que no escuché nada.
Al despertar, le di a mi esposa la cogida más apasionada y deliciosa que hemos tenido en nuestro matrimonio. El día anterior no hubiera tocado siquiera la parte en la que el pene de otro hombre hubiera estado, pero ahí estaba yo. Metiendo mi pene en la vagina que mi mejor amigo eyaculó, besando los labios que habían tocado el miembro de Caleb, gozando de una manera única a mi esposa.
Claro que lo repetiríamos. Y sería incluso más obsceno, y descubriría incluso más cosas de mi mismo en el proceso.