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Hermanos sin tabú capítulo 3 (en la playita con papá)
Fecha: 17/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues
... algo muy diferente. Comencé a mover mi mano con más velocidad, y de repente noté que sus dedos se deslizaban por mi pierna y se metían hasta acariciarme el coñito justo encima del bikini. Una descarga de electricidad me llegó cuando su dedo se abrió paso entre los pliegues de la tela y comenzó a jugar con mi clítoris. —Ah, hija. En ese punto ya nada me importaba. Absolutamente nada. Me hice a un lado el cabello. Bajé la cabeza y hundí esa deliciosa verga de mi padre en mi boca. El dejó de jugar con mi vagina y se quedó estático, disfrutando de mi boca. Paseé mi lengua por el glande, y solté saliva para tratar de comerme todo ese trozo de carne. Su pene palpitaba dentro de mis labios. Él me acariciaba la espalda y el cabello, luego me sujetó de la coleta y comenzó a marcar el ritmo al que quería que le mamara. Yo me tuve que despegar para coger algo de aire, y luego sin más él me volvió a empujar para que me penetrara por la boca. Estuvimos así durante un rato. A mí ya me dolía el cuello y la mandíbula por la posición en la que estaba chupando. Sentir la ...
... polla de mi papá envuelta de mi saliva me excitaba, pero también me llenaba de algo parecido al amor. Le estaba dando placer al hombre que me había traído a la vida, y qué mejor que hacerlo en su verga. Suavemente lo recorría con mi boca —¿Así, papito? —Así, corazón. Sigue, bebé. —Quiero lechita —le coqueteé como una nenita —¿me das lechita, papá? —Sí… la que quieras. Anda, chupa. Me gustaba jugar así. Mamé y mamé tanto hasta que de pronto toda una descarga de delicioso semen me llegó hasta la garganta. Me tomó por sorpresa. No estaba lista para tragarme el esperma de papá y algo cayó en la base de su pene. Me separé y luego un segundo disparo me bañó la cara. —¡jajaja vaya que estabas lleno. Papito que rica lechita tienes. —Oh, me encanta cuando hablas así. Me limpié el semen de la cara. Su polla empezó a quedar flácida pero conservando su buen tamaño. —Eso, mi querida hija, es el incesto. ¿Te gustó? —Mientras sea semen —dije riendo. Él me cruzó un brazo y me dio un beso en la comisura de la boca. —Van a ser unas buenas vacaciones, Andrea. —No lo dudo.