1. Dos parejas en una boda


    Fecha: 06/03/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    Era la boda de unos primos, literalmente, son primos carnales entre ellos y míos... Bueno en la familia de mi madre son muchos hermanos así que ese tipo de putiferio no es que fuera frecuente pero tampoco era el primer caso. Ni sería el último y nadie se extrañaba ya. Allí conocimos a una pareja, amigos de la familia de mi tía pero nos llevamos bien, desde el principio. Coincidíamos en gustos, aficiones, edad.
    
    Tras presentarnos empezamos charlando de las típicas chorradas. Conociéndonos mejor y dándonos detalles de nuestras vidas, pero aún no lo más íntimo, lo típico, trabajo, aficiones y cosas así. Con las copas en la mano, durante el cóctel, se nos iba soltando la lengua poco a poco.
    
    Nos pusieron en la misma mesa. No estábamos mal, nosotros de traje y ellas con vestidos de noche muy muy sexys, muy reveladores y que tapaban muy poco. ¡Que coño! estábamos fantásticos. Y no eran las únicas que iban así, a los dos se nos iba la vista detrás de las jovencitas casi desnudas, con vestidos muy pequeños y muy finitos, algunas de ellas sobrinas mías.
    
    Y además estábamos alojados en el mismo hotel. El evento no se celebraba en nuestra ciudad. Al terminar la cena ya charlábamos y reíamos como si nos conociéramos de toda la vida. Bailábamos con nuestras chicas o con la mujer del contrario y más de una vez nos apretábamos un poco más de la cuenta.
    
    Sentí las tetas duras y sin sujetador de mi chica clavándose en el mismo lugar de mi pecho que los de nuestra nueva amiga que ...
    ... tampoco llevaba sostén. Mientras las sujetaba de la cintura y podía oler su perfume sensual en sus cuellos, rozando mi nariz con su piel suave.
    
    O veía a mi lado, muy cerca de nosotros, como mi nuevo amigo dejaba caer sus manos sobre el perfecto y duro culo de mi mujer. Amparados por la oscuridad de la discoteca tras la cena. Como amasaba sus nalgas apretándola contra su cuerpo firme y musculoso.
    
    Cuando ellas bailaban juntas el resultado era casi un espectáculo porno lésbico por cómo se frotaban una con la otra. Ambos podíamos ver, pues no pedíamos detalle, en cómo el muslo de mi mujer desnudo por la raja del vestido se metía entre las piernas de su nueva amiga hasta casi rozar el pubis.
    
    Los demás hombres de la fiesta parecían estar demasiado borrachos para fijarse. Cómo sus preciosos pechos se frotaban por los amplios escotes y cuando se separaban tenían que colocar la tela de los vestidos para no enseñar los pezones.
    
    Que nos pusiéramos a bailar él y yo le habría parecido raro al resto de la familia... o puede que a esas alturas todos estuvieran curados de espanto, pero no me hubiera importado hacerlo con el cuerpo atlético que se adivinaba bajo ese traje de buen corte.
    
    A él tampoco parecía qué le disgustara por cómo apoyaba la palma de la mano en mi muslo, muy arriba y cerca de mi polla, sentados en un sofá y terminándonos las copas.
    
    La fiesta decaía, la gente empezaba a retirarse, pero a nosotros el alcohol y el que nuestras propias mujeres nos tenían muy ...
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