Conociendo a Itzel, prima de Betsy
Fecha: 14/03/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
Al siguiente día después del convivio familiar, mi esposa tardó en despertarse, sinceramente hacía mucho tiempo que no la veía beber de esa manera, así que me dispuse a disfrutar un rato viendo la T.V. en la sala y tomándome un buen café. Después de eso escuche pasos arrastrarse hasta el lugar en el que yo me encontraba, se trataba de mi esposa quien a duras penas podía con su alma.
- ¿Qué pasó ayer?- preguntó ella
- ¡Qué no paso!
- No me digas que hice algún desfiguro, la verdad no recuerdo mucho.
- Solo bromeaba, te portaste bien en casa de tu hermana y mucho mejor en nuestra habitación.
- ¿En serio?, ahora entiendo porque amanecí completamente desnuda y con resequedad en mi conejita. Te pasas.
- Pues es que verte ahí, toda sabrosa, me dieron muchas ganas de cogerte.
- Ya lo creo, tú nada más quieres tantito para estarme molestando.
- Pues hay que aprovechar los pequeños momentos. Pero bueno, ¿quieres ir a desayunar algo para que se te baje la cruda?
- Está bien. La verdad es que sí lo necesito, ya no estoy acostumbrada al alcohol, pero bueno, déjame darme una ducha y ahorita nos vamos.
- Ok, mientras yo me cambio.
Y así mi esposa se fue al baño mientras que yo me vestía para salir. En eso me encontraba cuando recibí un mensaje de Mari, así que me dispuse a contestarle
- Hola mi rey, ¿Qué tal amaneciste?
- Bien mi reina, estamos a punto de salir, tu hermana quiere ir a bajarse la cruda así que iremos a desayunar algo. ¿Quieres venir ...
... con nosotros?
- No corazón, aquí aún no se despierta Sergio. La nena sigue dormida e Itzel solo se levantó al baño.
- Bueno, pues si la nena necesita también bajarse la cruda me avisas, así paso por ella.
- Está bien, cualquier cosa yo te aviso.
Continué con mis deberes, mientras mi esposa se cambiaba. Definitivamente tenía ante mí a una belleza de mujer que por un momento mi conciencia me hacía ver lo mal que estaba al mantener una relación con mi cuñada y por si fuera poco con mi sobrina, pero es que en realidad ambas eran frutos prohibidos que bien valía la pena el riesgo, en eso estaba cuando mi esposa me devolvió a la realidad.
- Hey, ¿por qué te me quedas viendo así?, ¿qué tramas?
- Es que te ves bien sabrosa con ese leggings, se te marca bien sabroso tu culito
- No empieces, que ahorita no tengo ánimos de coger
- Pero yo solo decía lo hermosa que te ves
- Sí, pero así empiezas y luego cuando menos lo pienso ya me estás cogiendo, y no, ahorita no.
- Está bien… tú te lo pierdes.
Procedimos a subir al auto y nos dirigimos a un restaurante de mariscos, ahí mi querida esposa se encargó de pedir un cóctel de camarón para después rematar con unos camarones al mojo de ajo, pero bien picosos, tanto que hasta lagrimeaba de lo enchilada que estaba. Mientras de mi parte pues se me antojaron también los camarones, pero, a diferencia de mi esposa, yo los pedí empanizados con una rica ensalada y unas enchiladas suizas… Al final, ya zaceados, pagué la ...