1. Petit, una verdadera amistad


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: Anal Lesbianas Tabú Autor: aliciawonders, Fuente: xHamster

    El “nunca digas nunca”, el “no digas: de esta agua no beberé” vinieron a mí como un boomerang. Desde que se abre los ojos a las verdades de la vida, que no nos sorprendan las sorpresas. Yo aborrecía a los hombres cuando se les ocurría sugerir y lanzarme al oído sus sucias fantasías. Saltaba como un resorte cuando un hombre tenía el descaro de confesarme la imagen pervertida de verme a mí junto con otra chica, haciendo quién sabe qué cosas. Simplemente tomaba mis armas y creaba una fortaleza a mí alrededor, para simplemente rechazar toda lujuriosa y ajena idea. Pero si escupes hacia arriba, te puede caer en la cara.Esa tarde en la casa de mi novio Evant, la atmosfera estaba cargada de esa peculiar sustancia, que avisa que ese día tiene algo diferente. Ya saben, el ambiente raramente cálido. Sin brisas frías, y en las nubes, esos colores violetas y rosas, traviesamente caprichosos y bastante embriagados. No había segundas intensiones, no. Simplemente Evant quería que yo no sea una simple conocida de su hermana Petit, sino que fuéramos amigas. Evant decía que eso sólo se daría si la conversación no sólo tocaba temas superficiales como: Hola, como estás. Sino llevando la plática a niveles más profundos. Sólo si en realidad te interesas por los problemas ajenos, como si fuesen tuyos, conduciría a una verdadera amistad. Y así, en esa tarde que presurosamente se hacía noche, las palabras serían herramientas para unir con miel y cera los lazos de la estructura social humana.Evant ...
    ... como siempre, enamorado eterno de su vino tinto seco, trajo una botella teñida de rojo oscuro a la “habitación loca” en donde estabamos Petit y Yo, en medio de ese silencio incomodo que sigue después de un saludo informal y un “cómo va todo”. Esa habitación loca estaba así, demente como los sueños, porque Evant la había adornado con la evolución de todas sus ideas surrealistas que las había sacado de los profundos abismos de su insondable inconsciente. Secuestró esas ideas y las atrapó en oleos, acuarelas y dibujos en lápices y tapizó su refugio con estos espejos extraños, casi irrepresentables.-Evant, deja de tomarte el vino tan rápido. Parece que te fueras a morir de sed- le dije casi sin saber que otra cosa decir. Y Evant respodió con una sonrisa que yo ya sé que significa- es su forma de decir, qué más da. Petit sólo emitió un sonido pequeño y detrás de los labios, que yo lo interpreté como una risa. Ah que si conozco a mi querido Evant, siempre se duerme cuando bebe así. Es por eso que le dije lo que le dije. Pues como muchos, le tenía miedo a los segundos de silencio incomodo que pudieran darse entre dos “desconocidas”. Evant por su parte, se dispuso a engañarme con mi más grande competencia, se fue a poner música en el estéreo, esa música Blues que puede curarte o volverte más loco.Yo, mientras tanto, me quedé ensimismada viendo y viviendo el extraño sentimiento que me producía esa melodía cancina que le hacía el amor a la tenue luz de esa habitación. A Evant le fascina ...
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