1. La vecina Pilar


    Fecha: 17/03/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Akatos, Fuente: CuentoRelatos

    Celebrando mi treinta cumpleaños y conversando con mi mujer me dijo que su amiga Carmen dueña de la vivienda que esta frente a la nuestra, alquilo la vivienda a una mujer viuda y seguramente esta semana vendrían a vivir al piso.
    
    Pasados unos días y de regreso a casa la encontré limpiando el descansillo entre las dos viviendas, nos saludamos y viceversa, ella amablemente me pidió si podía esperar hasta que el suelo se secara, amablemente accedí a su petición.
    
    Después de preguntarle por su nombre y darle la bienvenida en la conversación que mantuvimos le dije que si necesitara alguna cosa no dudara en pedírmelo, se despidió agradeciéndome el ofrecimiento y entro en su casa.
    
    Pilar la nueva vecina me pareció sexi, alrededor de los cincuenta años, un poco más alta que yo, con el cuerpo ancho y robusto, las curvas bien marcadas, me sorprende su larga melena recogida en una coleta entrelazada. Pasaron barias semanas y una noche de madrugada sobre las doce, oigo tocar en la puerta al abril Pilar mi vecina, muy asustada me dice que su casa se ha quedado a oscura.
    
    Me pregunta si tengo una linterna, voy en busca de la linterna y me ofrezco acompañarla, entramos en su casa y compruebo que las palancas están bajas y al subirlas se hace la luz.
    
    Ella está situada detrás de mí y al girarme veo que a través del camisón de dormir que lleva puesta se trasparenta sus pezones, ella no se esfuerza en disimularlos. Inmediatamente mi polla responde y mi pantalón corto de pijama ...
    ... apenas puede disimular el abultamiento.
    
    Ella fija la mirada lasciva en mi bulto y se pone colorada, no puedo contener las ganas de acercarme y besarla muy excitado, ella me aparta y me dice que no le parecía apropiado siendo yo más joven. Yo continúo besándola y ella me corresponde metiendo su lengua en mi boca muy excitada sin oponer demasiada resistencia
    
    Le quito el camisón y la dejo media desnuda, mostrándome sus grandes tetas, redondas y blancas, sus pezones marrones con una gran aureola, me parecen irresistible. Le acaricio las tetas y le chupo los pezones, ella se estremece y deja escapar unos gemidos lascivos de pacer, bajo mi boca hasta su ombligo y recorro con mi lengua todo su contorno mientras deslizo la mano hasta su vagina y comienzo acariciar por encima de la braga.
    
    Mientras le sigo chupando las tetas, meto la mano por debajo de su braga y puedo sentir su coño, está muy caliente y mojado, le bajo la braga y la dejo desnuda. Ella se apoya en la mesa y abre las piernas y puedo ver su húmedo coño peludo, no puedo aguantar las ganas y me lanzo a lamer frenéticamente el coño, ella se agarra a mi cabeza sujetándola con ambas manos y comienza a gemir.
    
    Con una corrida que hizo que le temblaran las piernas explota, y aun así sin dejar de frotar su coño en mi boca, me pide muy excitada que continúe lamiendo su clítoris con la punta de mi lengua. Mientras sigo lamiendo su clítoris meto un dedo en su vagina, ella aferrándose a mi cabeza curva el cuerpo hacia delante ...
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