La directora general
Fecha: 17/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Yasemin, Fuente: CuentoRelatos
... imagino musculosa! Tal vez sea el verano, el hecho de que estoy sin medias, pero no puedo evitar levantarme la falda y meter dos dedos en mi sexo ardiendo de deseo. Lo imagino con su cara enterrada entre mis muslos chupando mi clítoris mientras mete dos dedos en mi coño y me corro en un instante.
Pensé que podría volver a trabajar después de ver que la secretaria se retira de su oficina, pero esa polla sigue golpeando mi cabeza y el impulso me está volviendo loca.
Tengo que encontrar una solución para transgredir mi «ley de hierro» y follarme a este pedazo de hombre. Un hombre que, además, declara tener un matrimonio muy feliz, exactamente como yo.
Lo llamo a mi oficina y un poco más tarde. Aparece tan sereno y elegante como siempre. Me obligo a mirarlo a los ojos, de lo contrario estaría concentrada en la bragueta de sus pantalones.
Nos saludamos, nos preguntamos por nuestras respectivas familias y finalmente comenzamos a hablar de trabajo.
“Ingeniero, quería analizar este problema de los tangas con usted. A estas alturas las quejas son realmente muchas, y tenemos que pensar en cambiar urgentemente algo en la producción. ¿Tiene alguna propuesta?"
“Contadora, hablé del tema con nuestro diseñador y también con las costureras. Tengo varias propuestas aquí para mostrarle”.
Pone sobre mi escritorio varios tangas, unas con una costura más ligera, otras cortadas de otra forma, pero prácticamente sin costuras sobre todo en el punto de unión a la altura del ...
... perineo.
“Me parece que estos modelos podrían ser adecuados para nosotros, yo mismo probé los defectuosos y eran francamente insoportables”. Dije.
Me mira desconcertado.
"¿Quiere probar éste también, antes de tomar una decisión?" me pregunta casualmente: “Puedo mostrarle otras muestras”.
Aquí está mi oportunidad. Cierro la puerta y vuelvo a mi escritorio y dejo caer mis bragas de ama de casa frustrada.
“No se preocupe, los probaré de inmediato para que podamos comenzar la producción de inmediato. Si esperamos un poco más, ¡nos perderemos toda la temporada!”
Tomo la primera muestra, estoy de espaldas como si no quisiera mostrarme poniéndomela. En cambio, después de deslizar una pierna y luego la otra, la levanto lentamente jugando al «ver-no ver» con mi trasero hasta que el tanga se asienta correctamente. En ese momento me doy la vuelta, doy unos pasos, como para probar su comodidad y por el rabillo del ojo veo que tengo toda su atención. Me observa de pie, con las manos cruzadas a la altura de su voluminoso paquete. ¿Estría ocultando una erección?
Me quito este tanga precariamente balanceada sobre mis talones.
“Ésta es bastante cómoda. ¿Puede pasarme la otra muestra, por favor?”
Su mirada es impasible. Hubiera esperado cierto asombro: no todos los días que sucede que una CEO se cambie la ropa interior frente a los dependiente.
Me pasa el otro tanga. Inclinándome para meterla debajo de mi falda también, esperaba que se diera la vuelta, pero en lugar de ...