MI ESPOSA BIEN LO MERECE (3ª PARTE)
Fecha: 19/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Era el momento más importante, ver cómo reaccionaba Sergio ante el caramelo que le puse delante porque se le puede llamar de muchas formas, pero en realidad le estaba explicando que la mujer que tenía enfrente se pasaba meses sin follar, era una hembra en celo y necesitaba ser embestida durante horas, de forma continuada, para que su coño volviera a relucir como antaño.
Se quedó algo pensativo, la miró, y habló para decirnos que por él no había problema, que naturalmente le encantaba el sexo, que le satisfacía dar placer durante horas, pero que no tenía prisa alguna y que podríamos adaptarnos a lo que mejor acordásemos entre los 3. Anotar que no habíamos intercambiado fotos de contenido sexual ni mucho menos, pero se le notaba como de reojo miraba la carita de mi esposa y le gustaba lo que veía.
Expuse la posibilidad de comer algo, aspecto que declinó cortésmente ya que tenía un compromiso familiar para la cena. Lamentó no poder quedarse y rodeando con su brazo la cintura de Marta estampó dos delicados besos muy cerca de la comisura de sus labios, estrechó mi mano y se despidió. Ella se sentó de nuevo, nerviosa y con la respiración algo agitada. Se había excitado con el momento y se le notaba. Algo azorada, se dirigió al aseo y volvió al cabo de unos minutos. Mientras, aproveché para ojear la carta, escogí un par de platos y un sendas copas de vino.
A la vuelta, confirmó mis presagios. Se había masturbado en el aseo para desfogarse. La situación la había excitado ...
... (y desarbolado) y no le quedó más remedio que tirar de dedos. Según me detalló se había corrido un par de veces. La cosa iba bien. Acabamos y salimos para casa. Llegamos y se dirigió a la ducha. Tenía demasiado calor, y no era por el clima obviamente. Salió del baño, la dejé caer en la cama y le comí el coño mojado para que se corriera varias veces. Emanaba flujos sin cesar, sus gemidos enlazaban un orgasmo tras otro, le metía un dedo, luego dos, acariciaba su año, seguía gritando una y otra vez.
Al acabar, tras contarle 5 agarrones de sábanas, deseaba polla, me agarró, se la metió en la boca, reconozco que estaba tremendamente excitado por la situación. Mi esposa en celo, con el coñito chorreando, necesitaba polla y ser empotrada por un semental durante horas y tenía en la boca un pene semifláccido, morcillón y que no le iba a durar 10 minutos antes de eyacular débilmente en sus labios. Quedó sobre mí torso tendida y le pregunté qué le atraía en ese momento:
- "Necesito follar, tengo el coño casi cerrado, cariño".
Y no había más preguntas, señoría.
Tras la "sesión", ella se quedó en la cama y pasada la medianoche se durmió. Yo tenía la mente en ebullición, no paraba de darle vueltas. Imaginaba a Sergio follando a mi mujer, dándole duro, abriendo su coño dulzón y ella, como una perra en celo, siendo obediente y recibiendo las embestidas de su nuevo macho. En eso se iluminó la pantalla del móvil. Era Sergio. Tras un breve saludo, me explicó (en confianza y entre ...