-
La esposa de mi amigo me dijo que yo jamas le partiría el culo
Fecha: 18/10/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Siempre me gusto Edith la esposa de mi amigo Miguel pero el dia que dimos una fiesta de aniversario me enloquecio con su vestido ajustado que resaltaba su culo redondito y sabroso, asi como sus deliciosa piernas. Me puso cachondo y pase volteando a verla cada vez que se sentaba o se ponia de espaldas. Ella se dio cuenta pero ya sabia que yo quería echármela desde hacia mucho tiempo y la verdad estaba acostumbrada a mis miradas y a mis sonrisas acosadoras. Por fin, sobre la medianoche, Miguel se sento con unos amigos a ver unos videos musicales y Edith salio a la terraza, cosa que aproveche para acercármele. -¿Necesitas compañía? -Como no te pongas con alguna impertinencia.. -¿Como qué por ejemplo? -Ya sabes: cosas machistas e irrespetuosas hacia nuestro matrimonio. -Anda sé sincera: te gusta sentirte deseada y que otros quieran encamarse contigo. -Ya empezaste. -Especialmente ese culito tan rico. ¿Sabes? Cuando lo penetre será una experiencia que jamas olvidaras nena. -Estas borracho. Mejor voy con los demás. Efectivamente me encontraba pasado de tragos pero no quise dejar pasar la oportunidad de dejarle claro las ganas que le tenia, asi que la tome del brazo antes de que se retirara. -¿Es eso? ¿Preferirias que estuviera sobrio y te sedujera hasta partirte el culo como nunca te lo ha partido Miguel ni nadie? -Ya quisieras. Solo a Miguel se lo he permitido y a nadie mas se lo permitiré, especialmente a un amigo tan falso y tan repugnante ...
... como tu. -¿No me lo permitirías? -Jamas en la vida y sabes que no tienes oportunidad alguna. Ahora suéltame que quiero que tu amigo Miguel me lleva ya a casa para penetrar todos mis orificios. Se me paro la verga y me entraron unos celos incomprensibles al escucharla decir eso. Las solté y le adverti. -¿Sabes? Queria hacerte disfrutar pero ya no: me asegurare de que te duela hasta hacerte sangrar ese culo nena. Es una promesa. Durante los siguientes meses no volvi a ver a Edith. Crei que tendría problemas con Miguel pero el siguió viniendo con la misma regularidad de siempre y nunca tuvimos una platica al respecto, ni siquiera cuando estuvimos ambos ebrios. El tiempo paso y me resigne a que no se me haría pero un buen dia llego un amigo, profesor de la universidad y se puso a contarme de sus aventuras con las estudiantes. Me enseño algunas fotos y me dijo que la que mas le había gustado era una con boca de puta y culo perfecto a quien se la había follado varias veces. Me mostro una foto que le tomo mientras se la cojia por el culo y me gusto tanto que le dije que quería ver la carita de esa zorra tan rica. Disimule como pude pero casi me caigo del asombro. Mi amigo no se dio cuenta pero yo necesitaba robarle esas fotos de su teléfono. Era mi obsesivamente deseada Edith. Aproveche cuando fue al baño y logre pasar tres fotos calientes a mi teléfono incluyendo dos en que se reconocia claramente su carita de puta. -¿Que tengo que hacer? -Tu nada. Yo haría todo ...