Marta, mi amor cd - Relatos Eróticos

Marta, mi amor cd

Era la cena de Navidad de la empresa. Ya habíamos cenado y estábamos todos, o al menos la mayoría, en la discoteca.Se me acerca una preciosa mujer.- Hola, ¿Qué tal guapo? ¿No me reconoces?- Nnnnno.- Un momento, eeereessss ...- Si, soy yo - cortándome la frase -, solo que esta noche soy Marta.- Wow - dije como primera reacción sin pensármelo - estas fantástico, digo fantástica - siguiéndole el juego -.Empezamos a charlar amigablemente. Con el paso del tiempo pareciera que el resto de la gente ya no estuviera, que en aquel local abarrotado solo estuviéramos Marta y yo, parece que me estuviera hipnotizado.Tras un largo tiempo charlando plácidamente, y sin saber muy bien porque o como, nuestros labios entraron en contacto. Apenas una centésima de segundo, la punta de nuestras lenguas se tocaron. No fue premeditado, en toda la noche no había pensado en besarla ni en seducirla, simplemente ocurrió.Inclinamos nuestras cabezas hacia nuestra izquierda, su mano se posó en mi nuca y mis manos se posaron en sus caderas. Nuestro beso era placido, lento, sensual, disfrutando cada centímetro de nuestros labios y nuestras lenguas, sin prisas. Ella empujaba con su mano mis labios contra los suyos, y yo, con mis manos en su cadera, empujaba su pelvis contra la mía.Fue resbalando lentamente mis manos hacia sus muslos, los acaricié con cariño y sensualidad. Subí un poco mi mano arrastrando para arriba el lateral de la minifalda de tela que llevaba. Mis dedos se colaron debajo de su minifalda, ...

... y tras ellos el resto de la mano. Tenia mi palma posada a medio camino de su muslo y de su culo. Con caricias circulares me fui acercando a su culo. Por sus besos cada vez más intensos noté que le gustaba. La punta de mis dedos ya estaba a la altura de su raja. Flexione mis dedos y los metí en su raja. Su tanga de hilo se mezcló con mis dedos. Acariciaba su rico culo, moviendo la mano hacia la raja y hacia atrás, describiendo círculos, arrastrando con ella a su tanguita de hilo. Metí la punta de uno de mis dedos en su agujero, pude sentir su gemido, pero ella no separó sus labios de los míos, respondió metiéndome su lengua hasta la garganta. A ella le gustaba y a mí también, estábamos los dos igual de encendidos.He reservado una habitación - me dice al oído. Y sin darme tiempo a decir nada, me veo caminando hacia la puerta del ascensor .....Abrió la puerta con su tarjeta, yo la tenía rodeada con mis brazos. Se dejó caer contra la pared y de una coz cerró la puerta, quedándose como si la fuera a cachear, con las manos en alto contra la pared. Ella jadeaba. Me desabroché el pantalón y lo dejé caer, subí con cariño su minifalda y aparté su tanguita. Apoyé mi polla en su raja y de un solo empujón casi se la meto hasta el fondo.Siiiiiii aaaaaaaaaa cariñoooooo - dijo.Empecé el mete-saca. Sus gemidos me ponían más cachondo y consecuentemente incrementaba la brutalidad de la cogida. Marta respondía con más gemidos, lo que me hacía darle con más fuerza. Unos minutos después me corría ...