Un ángel enamorado (cap. 4) - Relatos Eróticos

Un ángel enamorado (cap. 4)

... ya he contado siempre he aparentado tener menos edad, y entonces ocurrió algo… como ya les he platicado mis dos hermanos varones son los mayores, Juan Pablo el mayor d los dos q entonces tendría unos 32 años y luego le sigue Efraín q tendría como 29, bueno pues la cosa fue con él, con Efraín, q de pronto y sin saber porque comenzó a tener una actitud muy distinta conmigo, ahora coincidíamos a menudo ya fuera en la cocina o en alguna otra parte d la casa y ya me sonreía ò a veces hasta me acariciaba la cabeza ò las mejillas.

Por supuesto me extraño mucho su nueva actitud hacia mí, pero lo tomé a bien pensando q quizá después d lo q había yo pasado tal vez se estaba volviendo más tolerante conmigo. Pero entonces un día q nos cruzamos en la cocina sin q hubiera nadie más, cuando él iba entrando y yo iba saliendo sentí como me dio una nalgadita en el trasero al pasar junto a él… y yo voltee a verlo muy sorprendida, pero él solo me sonrió y siguió con lo suyo. Así q preferí tomarlo como un cariño, muy extraño d su parte hacia mí claro, pero no quise darle importancia a eso y seguí para mi recamara.

Pero eso se repitió después en otra ocasión y entonces sí le dije;

- ¿Qué pasó?...

Pero él solo me respondió sonriendo d nuevo…

- Nada Angelito, no pasa nada…

Quedando la cosa así nada más, pero yo ya me sentí inquieta ante ese comportamiento tan extraño d su parte, y me quede pensando si debería decírselo a Karla, pero supuse q no merecía darle más importancia y q no ...

... era necesario. Debí habérselo contado desde la primera vez q ocurrió, pero no logré percibir el peligro.

El caso fue q la noche siguiente como a eso d las 3 d la madrugada Efraín se metió a mi cuarto, porq no acostumbramos a ponerle seguro a nuestras recamaras, y cuando lo note fue porq sentí su peso sobre mi cama, se había metido a mi cama totalmente desnudo, pero me sorprendió tanto y me dio tanto miedo q no supe q hacer, yo les tenía mucho miedo a mis hermanos por la manera como siempre me trataron, además d q son hombres muy grandes y rudos, no menos del 1.80 m de estatura y como 100 kg d peso, así q preferí hacerme el muertito, no me moví para nada, no dije una sola palabra y ni siquiera quise abrir los ojos, fingiendo q seguía dormido.

Pero entonces comenzó a acariciarme la cola, me agarraba las nalgas y me las apretaba y metía su dedo entre ellas presionando mi culito, yo no llevaba puesta la parte d abajo del pijama, solo dormía con la playerita y mi puro calzoncito… luego metió su mano bajo mi playera y me empezó a acariciar mis senitos… yo seguía con mis ojos bien apretados deseando q todo se tratara d una pesadilla.

Pero no era así, d hecho la pesadilla estaba por comenzar, d pronto me giró boca abajo, se colocó sobre mí y con fuerza me bajo el calzoncito, entonces entendí lo q seguiría y ahí si abrí los ojos dispuestos a gritar, pero como si él me hubiera adivinado el pensamiento me cubrió la boca con su enorme mano y me amenazó al oído diciéndome;

- ...