1. Miguelito, lo que te pudiste comer por siempre y la cagaste


    Fecha: 03/08/2017, Categorías: Hetero Autor: Alexa, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Cómo empezar este relato? Ok, tengo 24 añitos, soy toda una baby, vivo en la Riviera Maya, linda, alta de piernas largas, buen culo la verdad, me encanta la lencería que entre más pequeña mejor, me encanta siempre andar bien depiladita, acinturada con tetas ricas, buen tamaño y en su lugar, cabello largo negro y hago de mi vida y mi sexo lo que yo quiera.
    
    -Hola ¿Vamos a la playa?
    
    -¿A qué playa?
    
    -Yo iba a ir a Xcacel, ¿jalas?
    
    -pasa por mí.
    
    Quedó en pasar por mi casa en 15 minutos. Hacía mucho que Miguel no me llamaba desde hace un buen tiempo pero ese día no tenía plan y era mejor que quedarse en casa en mi día de descanso, así que un duchazo rápido con depilación incluida, caray, sol, playa, merece un bikini chiquito. No me imaginaba que Miguel estuviera en Playa del Carmen pero ya tendríamos en el coche y en la playa de ponernos al día de nuestras vidas.
    
    Me estaba esperando fuera del coche. Seguía igual que la última vez pero más delgado, fuerte marcado caray más mamadito. Le sentaban muy bien los kilos de menos que tenía. Los bermudas y su camiseta de tirantes le quedaban geniales. Mira que bien pensé mientras nos abrazábamos y recibí un besito coqueto, un viejo amigo que había mejorado con los años.
    
    Nos subimos al coche. Yo iba con mi vestidito playero, ligero y cortito pero como siempre iba con el bikini más pequeño que tenía por debajo no me importaba que se viera de más. En el trayecto hasta la playa nos fuimos poniendo al día. Miguel había ...
    ... estado un tiempo en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey y ahora llevaba 1 mes aquí en Playa vendiendo bienes raíces. Se acordó de mí porque me vio una noche bailando en la Vaquita. Nosotros nos conocíamos desde que ambos vivíamos en la Ciudad de México y estuvimos saliendo algunas veces por allá de amantes desenfrenados e incluso la última vez que nos vimos aquí en Playa antes de que se fuera. De salir y coger mínimo 3 veces a la semana a que pasaran años sin saber de cada quien. Lo cierto es que siempre nos veíamos con otras personas y siempre encontrábamos la oportunidad para escaparnos.
    
    -Oye, no te molesta que nos alejemos un poco de la gente la verdad me gusta la tranquilidad.
    
    -Para nada, es mi día de descanso y lo que deseo es no ver gente.
    
    Estacionamos el coche, bajamos y caminamos al acceso más lejano de Xcacel era un día martes y la verdad no había mucha gente ni en la playa principal, extendimos las toallas, yo me quité mi vestido y Miguel su camiseta. Me senté en la toalla como siempre pero él siguió de pie. Saque mi bronceador de mi bolsa, él se sentó al lado mío, en ese momento me quité la parte de arriba del bikini dejando mis tetas al aire, a mis 24 años tengo unas tetas tan lindas que era el momento y le lugar para presumirlas.
    
    Nos pusimos bronceador y nos recostamos. La verdad es que los lentes de sol son maravillosas para estos momentos porque sirven para disimular las miradas y para no sentirme tan observada. Seguimos platicando de todas ...
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