Historia de una sumisa (Parte 1)
Fecha: 10/04/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Jtm1111, Fuente: CuentoRelatos
... recompensa fue una dirección y un billete arrugado como pago por el servicio.
-Ya se acostumbrara - me soltó cuando vio mi cara al mirar el billete.
¿Me iba a convertir en eso? ¿En la puta de un chulo?
Salí dudando y a punto estuve de echarme a llorar una vez dentro del coche.
¿Qué mierda estaba haciendo?
¿Qué mierda acababa de hacer?
Pero lo que realmente me comía por dentro es que no tenía ni puta idea de lo que iba a hacer a partir de ahora.
Cogí la dirección y la metí en el GPS.
En mitad de la noche, me dirigía a un pueblo que no conocía
Allí me planté, a las tantas de la madrugada, enfrente de una casa muy grande y toqué el timbre.
Salió a recibirme una chica bastante joven.
-Buenas, ¿Es la casa de…?
A buenas horas me acordé que no sabía ni su nombre.
-Sí, es aquí. Joaquín me ha dicho que vendrías y no se equivoca en estás cosas.
Me abrió la puerta de la verja y yo suspiré antes de atraversala.
-Me llamó Esmeralda, por cierto, aunque solo me llamarás ama.
-Perdona, pero yo…
-Estar aquí ya implica que nos perteneces, pero nadie te va a obligar a quedarte.
-Yo no tengo donde ir.
-¿En serio? ¿Una mujer tan guapa como tú no tiene un sitio donde quedarse? Entonces, hum, supongo que debo aprovecharme de la situación. Desnúdate.
Miré a mi alrededor y luego posé mi vista en la descarada pelirroja que tenía delante que sonría con toda la suficiencia del mundo.
Y comencé a quitarme la ropa hasta quedarme totalmente ...
... desnuda.
-Sígueme
Seguí a mi ama hasta el patio trasero de la casa, más concretamente, hasta la perrera. Allí me indicaron una jaula y…
-¿No pensarás de verdad que…?
Mi ama me colocó su dedo índice en los labios obligándome a callar.
-Eres mía. Sé que has venido aquí por él y su enorme polla como la mujer hetero que eres, pero las cosas salen como salen. Sí, pasarás la noche aquí y aquí te quedarás hasta que venga recogerte para sacarte de paseo y para que hagas tus necesidades. Y ahora arrodíllate.
Yo no obedecí. No estaba por la labor de obedecer a una cría y… mi ama me castigó.
Nunca en mi vida podré olvidar el primer azote que recibí de ella. Lo hizo con una fusta, en mi vientre, pillándome totalmente desprevenida.
-De rodillas.
Y me arrodillé en lugar de salir corriendo.
-Abre la boca.
Yo obedecí sin saber que me esperaba cuando de repente un escupitajo cayó en el interior de mi boca.
Estaba tan asqueada que fue mi ama quien me tuvo que cerrar la boca.
-¿Cómo se dice?
Nada, no dije nada. ¿Qué clase de mujer dice algo cuando la escupen?
-Se dice gracias.
Me volvió a azotar en el vientre de nuevo.
¿Pero qué estaba haciendo yo allí? ¿Por qué debía aguantar esto? ¿Qué me estaba pasando?
-Mírame. He dicho que me mires.
Y la mire.
-Verás, sé lo que estás pensando. Sé lo que se te está pasando ahora mismo por la cabeza. Pero no lo vas a hacer. No vas a salir corriendo a ninguna parte. Y ahora bésame los pies.
-Quiero ...