1. Secretos de oficina


    Fecha: 19/10/2018, Categorías: Microrelatos, Autor: Nicole Black, Fuente: CuentoRelatos

    ... los dos y no me importo ni la gente que había alrededor ni que alguien pudiera hablar de nosotros.
    
    Le baje el cierre y le saque la pija hacia afuera del jeans, para metérmela en la boca. Junte algo de saliva para lubricarla mejor, mientras tanto comenzaba a hincharse cada vez más. Realmente estaba disfrutando de tener ese pedazo de pija para mi sola.
    
    —Se te puso más dura… le dije
    
    —Vos me la pones así putita… sos mi putita o no?
    
    —Sí, soy tu puta. Respondí, mientras daba pequeñas lamidas a la pija de esteban, después me la metía completa en la boca saboreándola toda.
    
    —Mmm…
    
    No podía evitar hacer ruidos con mi boca mientras le comía la verga a mi compañero. Todo eso me había humedecido la concha y me había puesto como loca.
    
    —Que hermoso por dioss!
    
    Esteban agradecía la chupada de verga que le estaba dando y me motivaba aún más para demostrarle mis habilidades con la boca. El me agarraba de forma suave por los pelos, tomando el control de mi cabeza y empujaba para acelerar la velocidad de la mamada. Todo el labial rojo se me había corrido y casi ...
    ... no quedaban rastros de el sobre mis labios. Me siento puta y eso me calienta, me siento atrevida y deseada, tengo ganas de que mi compañero me coja en la parte trasera de su auto.
    
    Mi compañero tenía la pija caliente y a medida que yo continuaba chupándosela se hinchaba más dentro de mi boca, me di cuenta que Esteban estaba a punto de eyacular, pero no le advertí que parara, porque deseaba probar todo su néctar caliente en mi boca, eso era para mí como el premio mayor después de una buena mamada, era mi recompensa. Por eso acelere los movimientos de la mamada, hasta que Esteban exploto en tres chorros de semen que se metieron en mi boca y el resto resbalaba por la comisura de mis labios, podía sentir el calorcito y el sabor salado de su líquido masculino y eso me ponía loca.
    
    Yo tenía la boca y parte de mi carita llena de su semen, abrí mi cartera para buscar un pañuelo y me limpie todo el enchastre. Después entramos a la oficina para continuar trabajando. A partir de ese día, nuestros encuentros se nos hicieron costumbre y nos volvimos amantes.
    
    Nicole Bieber 
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