1. Papá me rompió el culo en la cocina


    Fecha: 12/04/2024, Categorías: Incesto Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... su gruesa verga. Me embestía incesantemente, así continuó durante unos minutos mientras yo con mi mano derecha frotaba mis labios vaginales y mi clítoris, pasando por mi uretra, lo hice con mis 4 dedos frotando muy rápido y haciendo fricción según me lo pedía mi zona íntima. Lo que mi cuerpo me pedía yo se lo daba, más suave, rápido, lento o intenso. Hasta llegar al punto de explotar.
    
    —¡Aaaaahhhhh! ¡Aaaaahhhh! ¡Aahhaaa! ¡Ay que rico! ¡Ay papi me voy a venir!
    
    En ese momento Eduardo, sacó su verga ensangrentada de mi ano. Yo me di la vuelta de frente a mi papá y abrí mis piernas que escurrían fluidos sexuales. Y con mi mano izquierda me froté los senos y pellizqué mis pezones, para provocarme más excitación, a la vez que con mi mano derecha comencé a dedear mi vagina para estimular mi “punto G”. Cuando sentí que había llegado el momento y estaba por explotar, froté fuerte y rápidamente mi zona íntima con mis dedos.
    
    —Ya viene papi, acércate. —Mientras yo seguía estimulándome frenéticamente.
    
    —Vente princesa, quiero beber de tu fuente. —Me dijo morbosamente y sacando su lengua para beber sediento como bestia.
    
    —¡Aaahhhhh! ¡Aaayyyyy! ¡Sí! ¡Aaahhhaaa! ¡Ay que rico! ¡Aaaahhhh! —yo estaba gimiendo como loca, mientras agarraba a mi papi de su cabello para pegarlo a mi uretra y se bebiera todo mi squirt.
    
    —Que rico mi amor, que rico está tu squirt princesa, eres una putita.
    
    Acto seguido mi papá se levantó y me inclinó bruscamente contra la barra de la cocina de ...
    ... nuevo dejando sobre de ella mis senos túrgidos. Juntó mis piernas y me penetró violentamente por la vagina.
    
    —Ahora te voy a hacer tener un orgasmo princesa, te va a encantar.
    
    —Sí, papi. Cógeme lo más fuerte que puedas amor —Se lo pedí muy cachondamente con mi voz dulce y sensual.
    
    Eduardo, me penetró despiadadamente, como si quisiera lastimarme. Me aventaba contra la barra en cada embestida. Mis senos se restregaban en la superficie, mis pezones rositas y duros frotaban la madera barnizada de aquella barra rustica. Sentí mis piernas cansadas y adormecidas. La piel se me erizó y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, los pezones se me pusieron mas sensibles. Cada que el me penetraba una llama se avivaba en mi vientre. Una sensación de angustia, cariño, vulnerabilidad y plenitud de sentirme amada me hicieron llorar de placer. Las piernas se me entumieron y quedé rendida sobre la barra.
    
    —Me estoy viniendo papi. Hazlo más fuerte, no te detengas. —Le pedía llorando entrecortadamente, haciéndole un gesto con la mano indicando que continuara.
    
    —También yo me estoy viniendo mi amor, quiero que nos vengamos juntos.
    
    —¡Aaaaahhhhh! ¡Aaaaahhhh! ¡Aahhaaa! ¡Ay que rico! ¡Ay papi me voy a venir!
    
    —Aquí voy princesa —Me dijo acelerando el ritmo y destrozándome con unos últimos y potentes empujones que toparon hasta el fondo de mi vientre.
    
    —¡Aaahhh! ¡Mmm! ¡Aaahhh! ¡Aaahhhaa! ¡Aaahhh! ¡Ya me vine papi!
    
    —¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡yo también preciosa! ¡Que rico venirme adentro de ti mi ...
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