El vecino de una amiga
Fecha: 13/04/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Luz40, Fuente: CuentoRelatos
... mientras con mi mano le acariciaba el pene cuando de improviso me lanzó con fuerza a su cama y me hizo recostar boca abajo.
Estando en esa posición me bajó la ropa interior hasta quitarla, se subió sobre mi y sin previo aviso insertó su pene completamente en mi vagina.
Fue algo agresivo como entró de un solo golpe, pero a la vez me encantó así que comencé a moverme para sentirlo más profundo y el hizo lo propio con su miembro dentro mío.
Estuvo así entrando y saliendo de mi, mientras me presionaba los pechos, me acariciaba la vagina, yo volteaba mi cabeza para besarlo y él me correspondía con unos besos deliciosos.
Por mi parte me acercaba más y más a él cada vez que sentía su pene tocar mis paredes vaginales, estaba disfrutando mucho, no podía evitar gemir de tanto placer que me estaba dando.
El seguía penetrándome, manoseando mi cuerpo como quería, yo feliz me dejaba, hasta que justo antes de eyacular sacó su pene de mi vagina y vertió todo el semen sobre mis nalgas y mi espalda, una sensación muy agradable para mí tanto por la calidez de su semen sobre mi piel así como el alivio de que no haya terminado dentro mío ...
... considerando que no estaba usando anticonceptivos ni medida de prevención alguna.
Dejó su pene aún erecto entre mis nalgas mientras descansamos unos momentos, me di la vuelta, quedamos de frente y nos besamos mientras su pene, aún con algo de semen, se posaba sobre mis vellos púbicos y dejaba parte del semen allí.
Estábamos en eso cuando noté que a Miguel le volvía la erección, pero a la vez noté que ya era tarde, vi mi teléfono y tenía tres llamadas perdidas de mi marido quien para entonces ya debía haber ido a recoger a nuestro hijo y seguro ya estaban en casa.
Me vestí rápidamente, ni siquiera alcancé a limpiarme el semen que Miguel había dejado sobre mi cuerpo, no había tiempo, debía llamar a mi marido e inventarle alguna excusa creíble por llegar tan tarde a casa.
Desde entonces cada vez que he tenido que ir a atender a Cucho aprovecho de pasar a visitar a Miguel y dar rienda suelta al placer.
Honestamente nunca me ha molestado ir a ver a Cucho cuando me lo pide Camila, pero ahora me encanta ir, y nadie más que Miguel y yo sabemos el verdadero motivo por el cual voy sonriente y salgo de ese edificio con una sonrisa aún mayor.