Mi historia con una mujer maltratada (5)
Fecha: 19/04/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Tmy456, Fuente: CuentoRelatos
... living, pero siempre mirándonos. Escuché salir de su boca las palabras: "Quiero que me agarres y me cojas". Me empezó a tocar la verga por encima del pantalón y me lo bajó. Me sacó la remera que tenía puesta. Tocó mis abdominales, mi torso, mis brazos. "Tenés una mente tan simple y sucia, y lo peor es que funciona", dije. "No puedo esperar a que estés adentro mío, me estoy mojando de querer sentirte", dijo. Se ve que estaba preparada, porque sacó un forro del bolsillito de su blusa, lo abrió, se agachó, me sacó el bóxer y me puso el preservativo. Yo estaba en un estado de abstracción total, por lo tanto no ponía ningún tipo de resistencia a los roces. "Qué caliente que me ponés", le dije. "Ah, ¿sí?", preguntó de manera sensual, mordiéndose los labios. Vi eso como un incentivo. Entonces le di la vuelta, la coloqué frente a un espejo largo y angosto que había en el living room, (quería que los dos nos viéramos mientras lo hacíamos) esta vez sí de espaldas a mí, le bajé las calzas color fucsia, alzó el culo, toqué su vagina por encima de la tanga de encaje que tenía puesta y me di cuenta de que estaba mojadísima, me deshice de la tanga, le saqué la blusa y le desabroché el corpiño, empecé a acariciarla para calentarla un poco más de lo que ya estaba, tiró la cabeza hacia atrás y a un costado, para dejar que mi boca trabaje su cuello, toqué con mi mano derecha su pecho, y con la izquierda su abdomen marcado y en un momento gritó: "¡Metémela de una puta vez, no quiero esperar ...
... más!". Abrió sus nalgas y se la hundí hasta el fondo, empujándola contra el espejo. Entró sin el menor esfuerzo. Abrió la boca buscando aire. "Así de dura me gusta ponértela", susurré muy bajito. Yo le daba suave, hasta que me pidió que le empezara a dar más fuerte. "¡¡¡Quiero gritar de placer porque me estés dando duro, no mantengas la calma ni por un segundo, sujetame del pelo y empotrame contra este espejo, dame más hasta que ya no puedas, te lo ordeno!!!", exclamó. Obedecí a mi ama. Le saqué la colita del pelo, lo tomé y tiré de éste hacia atrás, hasta que su cara chocó con la mía y le comí la boca. Cuando dejé de morfarmela empezó a gritar mi nombre y le metí los dedos en la boca para que dejara de chillar. Lamía y chupaba mis dedos hasta que los introduje profundamente y empezó a tener arcadas. Ahí dejé de hacer presión con mis dedos en su boca y los saqué de allí, tampoco quería lastimarla. También solté su pelo. Me rogó: "Porfavor, dejala adentro un segundo". Hice lo que me pidió. Giró su cabeza, me miró de reojo y expresó un "te amo" con una voz y un tono digno solamente de ella. Luego de muchas caricias y roces le pregunté si podía continuar. Me dijo: "Seguí dándome". Continué bombeándola. Comencé a frotar sus pechos con mis manos, mientras ella agarraba sus nalgas y las separaba una de otra, eso me excitaba más y a ella también. Me arañaba la cara con una mano y con la otra se acariciaba suavemente el clítoris al ritmo de la penetración. Hasta que recordé lo que me ...