Mi sumisa
Fecha: 03/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Wil Wil, Fuente: CuentoRelatos
... boca a su coño. Ella estaba acostada boca arriba, con sus brazos atrás de la espalda esposados, sus piernas abiertas y mis manos apoyadas en su abdomen para acomodar mi boca en su clítoris, rosarla con mi lengua y chuparla suavemente. Que puta locura disfrutar su humedad, me la quería tragar toda y ese deseo desenfrenado de meter mi verga solo se hacía esperar por la sensación de aquel oral.
Sus piernas empezaron a moverse más fuerte, intentaba mover sus brazos pero apenas podía dar movilidad a su cintura. Mi lengua la penetraba y volvía a escuchar su voz diciendo que quería mi verga adentro. Por un momento levanté mi boca, con mis manos mojadas la apreté por el cuello y mientras veía su cara de placer volvía con la otra mano acariciarla metiendo un dedo en su coño, incrementado el ritmo y después metiendo dos dedos.
-Quiero que disfrutes, te lo mereces. Eres mía, recuerdas?
-No soy tuya, contestaba, mientras gritaba de placer.
Siguiendo con el juego, quitaba mi bóxer y pasaba mi verga por su boca recibiendo una apasionante chupada que la ponía muy dura. Mis ganas de hacerla esperar ya se acababan. Ahora quería penetrarla, así que pase mi lengua por su coño, la acomodé con mis manos abriendo sus piernas y dejando que reposarán en mis hombros. Lo metí con suavidad y me encantó su cara cuando iba entrando. La metía, sacaba, metía, sacaba, metía y sacaba y al tiempo iba acelerando impulsado por esas ganas de coger con Dani atada de manos.
Daniela se ...
... convertía en mi perra. Mientras cogíamos le pedía hacer contacto visual. Sentía una rara excitación cuando veía sus ojos brillantes mirándome mientras me la cogía, alzaba su mirada y me decía lo rico que era coger.
-Soy tu perra. Soy puta, me gritó, ahora sin que se lo pidiera.
Ya lo sabía, Dani era mía, totalmente mía. Era muy rico tenerla mojada y excitante sentir como su cuerpo se movía con brusquedad y llovía entre sus piernas. La quería arriba de mí, ver sus movimientos de cintura y nalguearla mientras ella me comía. Chupar sus senos y tomarla por el cabello así amarrada era todo un placer. Éramos un par de salvajes desatando sus putas ganas de follar.
Con mucho cuidado la ayudé a ponerse en cuatro, acomodando sus muñecas en la cama, con las esposas ahora de frente. Clavé mis manos en sus nalgas y disfrutaba el sonido, sus nalgas rojas y sus gemidos. Metía mi verga apretando su cintura, agarrando su cabello y diciéndole de la forma más tierna que era una puta. Mi puta!
Mi cuerpo sudaba, mi verga estaba caliente y aceleraba mientras la penetraba. Sus gritos me excitaban y su humedad me tenía mojado. Estaba a punto de explotar, la tomé con más fuerza por la cintura y sentía como se corría. Mis deseos eran más fuertes así que la acomodé de lado, metí mi verga con tantas ganas que al aumentar el ritmo enloquecía, quería explotar y eso hice. Me corrí en su coño dejando a Dani llena de leche. Esa noche se había vuelto mi puta sumisa. Me encantaba sensación...