1. Sugar baby (Parte 4): Final


    Fecha: 03/05/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Pachacamac, Fuente: CuentoRelatos

    Después del trío con Paula y Luis, Lorena recuperó su alegría y entusiasmo. Luis volvió a ser el atento maduro que la adoraba y la follaba casi todos los días. Y Paula se convirtió en su mejor amiga, confidente, consejera y de vez en cuando, también amante. Todas las semanas quedaban alguna tarde para ir de compras o simplemente para charlar de sus cosas y a menudo acababan en la cama fundiendo sus jóvenes y espléndidos cuerpos para darse placer mutuo.
    
    Pasadas unas semanas, una tarde Luis la llamó para decirle que esa noche debía acompañar a cenar al importante cliente que en una ocasión se la había acabado follando. Esta vez iría ella sola sin Luis, con lo que no había duda de qué seguiría tras la cena. El encargo la cogió desprevenida y no supo negarse, pero aquello no le hacía ninguna gracia, se sentía prostituida y además aquel hombre le resultaba repulsivo. Cuando lo habló con su amiga Paula está le quitó importancia, formaba parte del trabajo según ella y al fin y al cabo, sólo se trataba de follar. Aliviada por las palabras tranquilizadoras de Paula, Lorena se estaba arreglando para ir a la cena cuando llegó Luis. Ya vestida con un ajustado y sexy vestido negro, que realzaba sus preciosas tetas y su culito respingón, se estaba maquillando frente al espejo del baño cuando entró Luis a saludarla.
    
    - Hola preciosa, veo que ya te estás arreglando. Mmmm, ¡que guapa te has puesto! - le dijo abrazándola por la espalda y besando su cuello
    
    - Bueno, de eso se trata ...
    ... ¿no? De agradar a tu cliente - dijo ella algo mosqueada
    
    Ya sé que no te gusta que te pida estas cosas, Lorena, pero a este cliente me interesa tenerlo contento, es demasiado importante para la empresa. Y la otra vez que estuvo contigo se ve que se flipó. No para de hablarme de tí. Hazlo como un favor personal, porfa. - le respondió Luis con su habitual tono afable que desmontaba las quejas de Lorena. Además había empezado a acariciar sus tetas por encima del vestido y ella empezaba a ponerse cachonda.
    
    Luis también lo estaba, Lorena podía notar perfectamente el bulto endurecido de la entrepierna de él, pegado a sus nalgas.
    
    Luis, porfa ahora no - protestó ella al ver que él no paraba de manosearle las tetas y que de aquella forma era imposible maquillarse.
    
    Pero los gimoteos que las caricias causaban en Lorena desmentían sus quejas. Luis levantó el vestido de Lorena por encima de sus caderas para dejar a la vista sus espléndidas nalgas. Un diminuto tanga rojo apenas ocultaba la raja de su culo y de su coño. Luis apartó la tira para acariciar con sus dedos los labios vaginales y comprobó complacido que estaban empapados.
    
    Nooo, Luis, paraaa, ahora nooo - se quejaba Lorena, pero el tono parecía implorar que siguiera más que pedir que parara.
    
    Luis siguió manipulando el chochito de Lorena con la habilidad y eficacia que dan la práctica. Sabía perfectamente cómo y dónde tocar y acariciar para hacer que el coñito se inundara y ardiera de deseo. Entonces, sin dejar de ...
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