Disfrutando como mi sumiso se ofrece a otro hombre por mí
Fecha: 06/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos
Llevo tiempo soñando con ver cómo te ofreces a otro hombre, pero no he querido forzar la situación hasta que hace unos días, de rodillas, lamiendo mis pies me dijiste:
“Ama, por favor… te suplico que traigas a uno de tus juguetes que sea bisexual y que me dejes conquistarle para ti. Deseo coquetear con él, desejo excitarle y que tenga ganas de follarme… y deseo ponerme a cuatro patas, abrir mi culo y que me folle para ti. Por favor, te lo ruego”.
Recuerdo perfectamente aquella tarde de sábado. Nada más escucharte te coloqué en el suelo y me senté sobre tu cara, frotándome con tu nariz, tu lengua, tu mandíbula e impidiéndote respirar más allá de lo estrictamente necesario hasta que me corrí varias veces. Me había excitado tanto la forma en la que me pedías ser humillado por otro hombre, que no pude evitar demostrarte mi felicidad de esa forma tan particular, tan nuestra.
Hoy ha pasado una semana, y en apenas 1h llamará al timbre David, con quién llevamos semanas hablando y que está más que dispuesto a dejarse conquistar por ti. Es bisexual, y además ha manifestado que le gustas… y estoy deseando ver lo puta que eres para excitarle y ser follado por él.
Acabas de salir de la ducha y después de ponerte un tanga negro con sujetador a juego, medias de rejilla también negras, un vestido rojo suelto y tus zapatos de tacón negros me dispongo a maquillarte. Aplico tu colorete, te pinto los ojos y elijo un pintalabios rojo que te encanta y que “te hace sentir muy puta”, ...
... según tus propias palabras. Cuando termino de maquillarte, te dejo mi frasco de colonia para que huelas bien, y para tu sorpresa, saco del cajón la jaula de castidad y encierro tu ridícula polla.
“¿Por qué me encierras, mi amor?”
Nada más escuchar tu pregunta y ver tus ojos de desesperación suelto una carcajada natural y te digo:
“Porque me apetece, cariño. No necesito darte más explicaciones. Pero te diré algo. Quiero que seduzcas y te ofrezcas a David y puedas hacerlo concentrado, sin preocuparte de que, fruto de su excitación, intente tocarte la pollita (cosa que sabes que está prohibido). Ahora tendrás que usar otras armas, porque tu minúscula polla no será objeto de su interés ni de mi preocupación. ¿Lo entiendes, bonita?”.
Contestaste con un escueto “Claro Ama; como desees” y agachaste la mirada. En ese momento me acerqué a ti y mordiéndote la oreja, te dije mientras te agarraba la jaula y los huevos:
“Sé que estaré orgullosa de lo puta que eres, mi amor. No se te ocurra decepcionarme”.
Buscaste mis labios, pero te agarré el cuello con firmeza y te dije que guardaras toda tu excitación para David. Te ordené colocarte a cuatro patas y me senté sobre tu espalda mientras empecé a secarme el pelo y a maquillarme. Quería estar guapa para nuestro invitado, y también para ti, por supuesto.
Pasaste un rato siendo mi banqueta, y cuando estuve lista te pedí que te levantaras y me ayudaras a vestirme. Había elegido unos leggings de látex negros, unos zapatos de ...