1. La sala de juntas está vacia Pt 2 (H24)


    Fecha: 08/05/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ¿Dónde nos quedamos? Ah, si. Las manos de Dany me guiaban a poder palpar su cuerpo, pero yo ya tenía claras las zonas que quería tocar. Mientras que mi mano izquierda se deslizaba por su cadera hasta llegar a sus firmes y pronunciadas nalgas, la derecha se aventuraba bajo su blusa en búsqueda de tan deseados pechos.
    
    Al llegar a la zona del bra pude percatarme que ya se encontraba acomodado de tal forma que facilitara el ingreso de la mano del amante. Esto terminó por excitarme pues ella sabía claramente a lo que iba, yo jugaba en ese mismo juego. Sus pezones grandes y elásticos sufrieron el contacto de mis frías manos, lo cual provocó una aceleración en el respirar de Dany.
    
    Pequeño paréntesis (Dany es madre soltera, lo que explica el delicioso tamaño de esos ricos pezones, sin embargo conserva la figura de una excelente manera)
    
    Sin preguntar, levanté por completo la blusa de Dany para poder saborear tan preciado producto, no podía irme de esa sala sin antes pasar mi lengua por tan llamativo pezón. Succionar y quizá morder un poco. Rodear con la lengua y besar todo el seno, mientras levantaba los ojos para poder percibir sus intentos de reprimir los gemidos, pues hay que recordar que no era una zona totalmente privada.
    
    Podía sentir sus manos acariciando mi cabello, incluso empujando para que continuara con mi labor. Con un solo movimiento la giré, de tal forma que quedara de espaldas a mi. Sus nalgas quedaron oerfectam a la altura de mi miembro, el cuál ya se podía ...
    ... notar enfurecido atraves de la mezclilla. Mi mano tenía sostenido sus brazos por atrás de su espalda, mientras que mi diestra seguía explorando y abusando de su exposición.
    
    -Vas a ser mia- le susurraba al oído mientras ella solo podría asentar con la cabeza
    
    En un momento pude desabrochar su pantalón para poder introducir mi mano en busca de su sexo. Ella, aún con las manos en la espalda, buscaba a tientas poder palpar el mío. Vaya satisfacción es poder palpar los pantis con signos de humedad y excitación.
    
    ¿Ingresaré un dedo? ¿Dos dedos? O quizá ninguno, solo hacerle pensar que estoy por hacerlo para poder medir su ansiedad. Mi mano estaba a escasos milímetros de sus labios mayores, pero sin tocarla del todo. Con deseo ella comenzó a moverse con el objetivo de poder sentirme y calmar sus ansiedades.
    
    Por mucho que lo deseo hoy no lo haré. Quiero dejarla con un deseo creciente o que incluso ella me ruegue por tocarla y penetrarla. Con delicadeza la suelto y retiro mi mano de su pantalón. Con nerviosismo ella voltea hacia mi solo para darse cuenta que mi pene se encontraba totalmente erecto y expuesto. Lo miro, lo tomó y comenzó a masturbarme.
    
    Mirándome fijamente a los ojos, coloqué mi mano en su mejilla y acaricié sus labios con mi pulgar. La indicación era clara, y mi ahora perrita obediente se posó en sus rodillas en introdujo mi miembro en su boca. Comenzó a felar de forma casi religiosa; succionando, lamiendo, masturbando. El cabello no era problema, pues por ...
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