Un sueño prohibido hecho realidad (Parte 2)
Fecha: 14/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Lucifer, Fuente: CuentoRelatos
Hacía ya bastante tiempo que no tenía contacto físico con una mujer y sabía que era casi imposible el hecho de tener una oportunidad como la que se me presento aquella calurosa noche de verano, mi cuerpo estaba a mil, sentía el fuego recorriendo cada parte de mi ser y a pesar de que una parte de mi quería detenerse, al final decidí dejarme llevar por mis instintos y llevar a cabo una relación que no hasta hace unos días me parecía algo imposible y una completa locura, después de todo la carne es débil y el deseo mutuo de recibir calor humano se apoderó de nosotros, sin importar que fuéramos familia:
No aguantaba más, necesitaba hacerle el amor a mi tía sin importar las consecuencias... Dejamos de besarnos por un momento, me quite la última prenda que tenía puesta y dejé al descubierto mi enorme erección, era tanta mi excitación que el líquido presemimal había humedecido mi trusa al mismo tiempo que sentía los fluidos vaginales de mi tía mojando mi entrepierna... Me puse de rodillas frente a ella para contemplar su hermosa silueta de pies a cabeza y lentamente fui bajando su tanga que estaba ya completamente mojada, por puro instinto la acerque a mi nariz para olerla y la pase por mi cara.
Por Dios el olor a sexo que emanaba me llenó de un frenesí de adrenalina... Me puse de pie, tome a mi tía por la cintura y la seguí besando al tiempo que le daba vuelta para sentarla en el sofá.
Comencé a besar su cuello y ella gemía de placer a la vez que daba suaves caricias en ...
... sus piernas y sus brazos con las llenas de mis dedos, jugando a elevar la temperatura lo más que pudiera, el calor natural del ambiente más el morbo de la situación era más que suficiente. Mientras tanto mi tía arañaba mi espalda con sus uñas en señal de una enorme excitación.
Acto seguido mordí levemente su oreja izquierda para después pasar nuevamente por su cuello hasta lamer sus pezones eh ir bajando lentamente por su vientre hasta llegar a su glorioso monte de Venus, el cual para mí sorpresa estaba depilado con solo una pequeña línea de vello púbico en la parte superior de su pelvis, si no me equivoco tal vez ella estaba esperando que algo así sucediera, en fin. Volví a percibir entonces el mismo olor de su conchita, que me tenía completamente loco. Comencé a comerle su rico coño sin piedad alguna.
Metí mi lengua entre sus labios y comencé a moverla lentamente comenzando un preludio de lo que venía, con mis labios succionaba suavemente el exterior de esa rica conchita y de a poco iba subiendo la velocidad de mi lengua, saboreando por completo sus jugos que sabían a gloria. Aceleré más el movimiento sube y baja de mi lengua, tratando de alcanzar lo más que podía su interior, y buscando su punto débil en la parte superior con la punta de mi lengua, al tiempo que seguía succionando su clítoris lo más que podía. Con ambas manos acariciaba sus piernas por todas partes, y enfocaba mi mirada en su cara para verla gemir de placer:
"Ahah que rico, no pares, no pares..." ...