1. El lado oscuro del convento (parte 1)


    Fecha: 17/05/2024, Categorías: Lesbianas Autor: OCTOPUZZX, Fuente: CuentoRelatos

    ... bisexual, pero sexo lésbico de monjas solo lo había mirado en algún video porno de internet, caliente por todo esto solté mi bolso y comencé a tocarme, por debajo de mi falda, pues siempre llevaba faldas, ya que esa era una de las pocas condiciones que me coloco la madre superiora para trabajar con ella, usar faldas y no usar descotes ni maquillaje voluminoso, en fin, empecé a frotarme por encima de la tanga, sintiendo uff muchas cosas y mojándose casi inmediatamente tanto mi mini tanga como mis manos y piernas, era indudable que estaba excitada por lo que estaba mirando, sus lenguas podía verlas muy bien cómo se enredaban y se besaban mientras Sofía pasaba sus manos por las tetas de Elena, uff que rico, y yo dándome sobre el clítoris bien rico y bien húmeda, en ese instante ellas cambian de posición y en el piso colocando un mantel de la cocina, se acuestan y empiezan hacer una tijera bien rica mientras Elena le soba las tetas a Sofía, y veo como se desprende el sudor de su cuerpo, ambas estaban en su máximo placer, sus cuerpos desnudos vibraban de placer mientras yo detrás de aquella puerta tocaba mi clítoris como loca, sin parar.
    
    Elena se levanta, mientras Sofía mete ...
    ... su cabeza entre sus piernas para lamer su clítoris y esta le aprieta el pelo y cada vez hunde su cabeza y hace un gesto bien rico mientras suspira de placer y se muerde los labios, Elena estaba dispuesta para acabar y cada vez sujetaba con más violencia a Sofía de su cabello, al mismo ritmo mi mano sobaba mi clítoris y estaba a punto de venirme, hasta que lo logre creo que sin darme cuenta en sinergia al mismo tiempo que Elena se corría yo hacía lo mismo, uff que placer que rico se sentía, y el morbo que me daba de todo aquello de lo prohibido que era lo que mis ojos estaban mirando en ese momento, estas dos hermanas teniendo sexo lésbico en la cocina de un convento, ufff luego de acabar me arrodille de placer, y así estuve un par de minutos hasta que me recobre y me dispuse a marcharme, toda mi tanga estaba empapada, mis manos logre limpiarlas un poco con un pañuelo, que llevaba en mi maletín, y pues salí despacio hasta la puerta principal, abrí, salí y cerré, y me dispuse a tomar un taxi, de camino a casa no paraba de pensar en lo que había ocurrido y en lo loco que fue todo aquello, y a su vez en que acabada me di de solo ver lo que tenía antes mis ojos.
    
    Continuará… 
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