1. La promesa


    Fecha: 19/05/2024, Categorías: Anal Autor: Cristianpf, Fuente: CuentoRelatos

    Y aún no terminabas de exclamar los últimos jadeos provocados por aquel orgasmo intenso, que remecía con total autoridad cada rincón de tu cuerpo, tus piernas aun temblaban y mi deseo aún no se saciaba por completo, te observe casi con total misericordia, una misericordia que se desvanecía en la medida que mi imaginación tomaba vuelo, lucias cansada y el brillo del sudor en tu piel provocaba contener el deseo, fue en ese momento que levantaste la cabeza y me miraste con total atrevimiento:
    
    - ¿No piensas acabar lo que empezaste? -exclamaste desafiante.
    
    Sólo me provoco esbozar una sonrisa, eras tal cual imaginaba en mi deseo, sentí una erección cada vez más intensa, ya me había saciado de tu feminidad y mis deseos me empujaban a buscar la satisfacción de mis impulsos masculinos, esos que buscan apoderarse de cada rincón y que disfrutan de lo prohibido.
    
    Lentamente acerque mi mano sobre tu cuerpo, te recorrí en un camino lento, donde las yemas de mis dedos disfrutaron a cada momento, concluí la aventura solo a centímetros del ocaso de tu larga espalda, tu reacción era de total complacencia, sabias hacia donde me dirigía y sin temor alguno me invitabas a tocarla... mis manos acariciaron con firmeza tus prominentes nalgas, mientras mi dedos recorrían con lentitud tu trasero en busca de tu lado más oscuro, aún se sentía la humedad derramada de nuestra última batalla, la utilice con destreza para lubricarte lentamente haciendo círculos en tu piel arrugada, leves ...
    ... exclamaciones susurraban en la pieza, no oponías resistencia alguna a ninguna de mis intromisiones, aceptabas con dignidad tu promesa, esa donde me señalaste que serías mía por completa y más aún al darte cuenta, que cobraría de cada una de tus palabras y tus ofrendas; me miraste fijo, seguías desafiante, te obligue a ponerte en cuatro con las piernas bien abiertas, podía observar en su totalidad lo que sería mío, me acerque a besar la oscuridad de tu culo, el cual disfrute por varios minutos, saboreaba con total placer el gusto de tu cuerpo, reaccionabas con gemidos cada vez que mi lengua se clavaba en lo más profundo, me levante y te acomode a la orilla de la cama, sabias que el momento se acercaba y casi con una actitud burlesca, pusiste tu pecho contra la cama y levantaste las manos por encima de tu cabeza, tu cola se levantó producto de tu destreza y se me entregaba por completo para mi complacencia, acerque mi pene erecto y empecé a deslizarlo en movimientos largos que recorrían todo tu culo, se sentía bien húmedo y no era más que una invitación directa, acomode mi glande en la entrada y comencé a empujarlo lento pero con firmeza, poco a poco fue entrando, un gemido se te escapo dejando de lado la sutileza, tu mano derecha aferraba con fuerza la ropa de la cama y era así justamente como te imaginaba, resistiendo el dolor que comencé a provocar en tu interior, sin arrepentimiento me introduje por completo, te retorciste por un segundo, note como aguantabas el grito, eras valiente y ...
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